₊˚.༄ 𝗜𝗡𝗩𝗜𝗦𝗜𝗕𝗟𝗘
En donde Kim Hye-Joon es la chica invisible, la chica que nadie ve, la chica que nadie le hace caso.
El problema de Hye-Joon es estar enamorada de Su-hyeok el chico que antes era el bully de la escuela. Hye-Joon sabe que el c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
★ 𝐋𝐀𝐒 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐀𝐒 𝐀𝐌𝐈𝐆𝐀𝐒 ★
TODOS estábamos sentados muy cansados. Mi cabeza estaba recargada al hombro de Nam-ra, después de todo nos hicimos amigas. Es una chica grandiosa solo hay que conocerla y verás que es una chica grandiosa.
—¿Te duele?— me pregunto Nam-ra. La volteé a verla confundida — tu dedo ¿ya no te duele?.
Voltee a ver mi dedo, ya ni me acordaba que me había cortado, moví un poco mi dedo y empezó a brotar sangre.
—Ten— volteé a verla y me dio un pequeño trozo de tela. Le agradecí con la cabeza y me lo puse.
Ya cuando me lo puse levante mi dedo y se lo enseñe a Nam-ra, ella me sonrió un poco. Y volví a recostar mi cabeza en su hombro.
Me quede dormida en el hombro de Nam-ra la verdad es que estaba muy cansada. Correr tanto me había agotado.
Sentí unos fuertes golpes en mis hombros y me levante sobresaltada. Volteé a ver al que me había golpeado y era Nam-ra.
La mire confundida y me hizo una seña para que mirara en dirección a On-jo y I-sak. Volteé a verlas y vi que I-sak le sangraba la nariz, oh pobre I-sak.
—¿Que? ¿Te mordieron?— le pregunto Na-yeon mientras se paraba de su asiento.
—¡Claro que no!— grito I-sak para luego salir corriendo hacia un espejo.
—Oye. Estás bien, ¿verdad?— le pregunto Gyeong-su mientras se acercaba a ella.
I-sak se volteó hacia On-jo lentamente sus ojos ahora eran rojos y su nariz sangraba.
—On-jo— dijo I-sak con voz temblorosa.
—I-sak— dijo On-jo de igual forma.
Las dos se acercaron hasta que quedaron cara a cara y On-jo le agarró las manos.
—No, ¿verdad?— le pregunto I-sak sin poder creérselo — dime que no es cierto.
On-jo asintió mientras sus ojos se cristalizaban. On-jo le dio un abrazo pero I-sak se separó rápidamente.
—No te preocupes— le dijo I-sak después de separarse — no soy una de ellos.
On-jo volvió a abrazarla pero nuevamente I-sak se separó.
—¡Que esperan! ¡Sáquenla de aquí!— grito Na-yeon.
Y ese grito hizo que más zombies quisieran entrar.
—Maldita sea, quieren entrar—maldijo Dae-su mientras se subía a una mesa para sostener las cosas que habíamos puesto.
