__Hola, llegué tarde?
__Hola no, pasa cariño
__Esta hermosa su casa me encanta
__Gracias cariño, quieres un poco de vino?
__Si claro, gracias– Miraba sus fotos había alguna de niños me imagino que son sus hijos y otra de cuando era joven pero más me sorprendió ver una foto de ella con María Alejandra las dos cerca no dije nada y seguí caminando a ver otras fotos y ella llegó con el vino
__Toma espero y te guste es de mi viñedo
__Tienes un viñedo? Que bien y si, está riquísimo
__Ahora ven vamos a mi habitación para continuar lo que dejamos en la oficina
Subimos a su habitación la luz estaba roja pasión el cuarto olía a Rosas me tomo por detrás de la cintura comenzó a besarme acariciándome el cabello, me acostó en su cama y nos besamos, ella encima de mi, permitió que le quitará su vestido negro ese color le lucía muy bien quedó en ropa interior, permitiendo que me quitará mi camisa y mi shorts, alzó su ceja al verme con mi encaje rojo se relamio sus labios
__Le gusta señora Lange?
__Me encanta jovencita abra sus piernas que necesito probar su rico manjar
__Como usted ordene Madame
El cuarto estaba húmedo nuestros gemidos se escuchaban por toda la casa era realmente exitante, explorar el cuerpo de esa mujer madura, cómo me tocaba, me mordía, y sus labios se repetía que me deseaba una y otra vez nuestros cuerpos sudados y extasiado de tanto placer me abrazo besando mi frente
__Me gustas jovencita pero esto lo tenemos que mantener en secreto, está bien?
__Sabes que no diré nada tranquila, pero por qué yo? Por qué me elegiste a mi?
__Por que ví en ti una química y chispa muy grande, la profesora María Alejandra me habló de ti
__De verdad? Y que te comento?
__Mmm importa en estos momentos? Para decir verdad me dijo que tienes unos lindos sentimientos y que no eres mala persona
__Eso es verdad–Estaba despalda a ella y ella se me vino a la mente María Alejandra había hablado bonito de mi con Lange, pero que más le habría dicho, mientras me quedaba dormida el timbre sonó desesperadamente Lange salto de la cama tomo su bata y se la colocó yo quedé inmóvil me levanté y me coloque una bata de ella también, me quedé sentada casi que comiéndome las uñas hasta que escuche su voz
__Te necesito Mariska, te necesito muchísimo disculpa que llegue así pero me siento mal
__Calmate cariño todo estará bien, ven siéntate quieres algo de tomar
__Puedo quedarme en tu casa solo por hoy te prometo que mañana me iré a casa solo que no quiero que mi hijo me vea así
Hubo un silencio rotundo en la casa hasta que se oyeron unos pasos bajando por las escaleras era Aisa al ver a María Alejandra se quedó paralizada, Lange miro a María Alejandra sorprendida y tragando grueso
__Que haces tú aquí y vestida así? Ustedes dos...
__No, nosotras nada María Alejandra la señorita Aisa había tenido un accidente con su ropa y yo le dije que viniera a mi casa ya que...
__No tienes por qué darle explicación profesora Lange yo ya me iba solo baje para decirle que la ropa ya está seca, y disculpe las molestia ocacionadas
__No tienes por qué contestar así solo te estaba haciendo una pregunta, por qué eres tan grocera
__No estoy siendo grosera, bueno me voy que pasen buenas noches–Subi rápido a cambiarme por dios que hice me vesti rápido y al abrir la puerta María Alejandra estaba en la puerta la mire y ella estaba sería
__Dime la verdad te acostaste con Lange por qué ese cuento no me lo comí yo
__No es problema tuyo lo que yo haga con mi vida
__Cuanto te pago Lange? Cien dólares? O mío dólares por acostarse contigo?
__Maria Alejandra por favor tu...
__Dime te contrato por medio de la agencia para la que trabajas desde hace años
__Dejame en paz y Adiós– Me tomo del brazo trayendo me hacia ella
__Sabia que eras una niña regalada Lange siempre se acostado con cada chiquilla que se le atraviesa y tu fuiste una de ellas y me das asco
Esa palabra me dolió en el alma me hizo recordar cuando mi familia me la dijo, trague grueso y bajé corriendo tome mi bolso y salí tirando de la puerta me monte en el auto y arranque lloraba de rabia jamás pensé que pasaría esto, soy una regalada María Alejandra tiene toda la razón, me fui a casa me sentia realmente mal tomé una botella de ron y no supe nada de mi en esa patética noche