"La Realidad."

20 1 1
                                    

- Me levanté, y me cambié. Salí un rato con mis hermanos Anne y Finn, ya que querían hacer algo productivo, Y escuché algo... un susurro y una voz parecida a la de Aspen. Luego escuché una risita nerviosa y luego otro susurro.

Chicos, vayan a jugar. -les dije a mis hermanos, y ellos obedientemente fueron.-


Y, detrás de un árbol. Ahí estaba, Aspen y una chica totalmente desconocida haciendo quien sabe que cosa. Me vine abajo. Mi novio, con otra chica...increíble.

Fui corriendo, entristecida a donde mis hermanos, y ellos corrían detrás mío. Regresé a casa y encontré una carta... una carta de Mathías, que explicaba sus sentimientos, porque hizo lo que tuvo que hacer, y ahí caí en reacción. Mathías me amaba.

- Hola Nía, cuando estés leyendo esto, no debes estar tan feliz conmigo, sé que lo que hice no estuvo bien de mi parte. Pero el hecho de ser príncipe es mucho para mí, son muchas responsabilidades y desde que te conocí sentí algo especial por ti, puede ser que tu no lo sientas, por que se lo que pasa con el chico Aspen, pero intento hacer todo lo posible para no arruinar su relación. Perdón, pero necesitaba decírtelo. Ese día soleado, el día en que nuestros padres se conocieron por asuntos políticos, y nosotros estábamos en el lindo jardín, el día en que nos besamos, fue el día más feliz de mi vida. Por favor, perdóname. Nía, como ya te dije, Te amo. Me hice pasar por Buttle solo para verte, así que no me dejes, no me ignores, no me odies. -

Pequeñas lágrimas salieron desde mis cristalinos ojos, Mathías solo hizo eso por mi. Y Aspen solo me usaba, Aspen solo me necesitaba por fama, solo porque yo conocía a la familia real. Y en cuanto a Mathías, siempre me amó.

¿Hija? ¿Qué pasa, porque lloras tanto? Preguntó Mamá, tratando de tranquilizarme.


Aspen, mamá, él se deshizo de mí y Mathías, si, el príncipe...él me quiere.


¿Qué dices, Nía? Necesitas dormir.


Si, voy a dormir...Necesito pensar.


Me tiré a la cama. Tendría que ir a palacio el día siguiente a verme con Mathías, necesitaba aclarar cosas con él, y así mismo con Aspen.

Llegué al palacio lo más rápido posible, primero quería hablar con Mathías.

— Mathías? — pregunto, entrando al cuarto. Veo a alguien en el cuarto, en la esquina del balcón, perdido en sus problemas. Es él, Mathías.

Él se sobresaltó, asustado por la nueva persona en el cuarto. Y, en este momento, todo se echa a perder.

Se escucha una alarma, gritos, disparos, y lloriqueos. Veo a Mathías, con una herida en la parte superior del muslo, roja por el desangramiento.

Me echo a correr hacia el balcón, y veo a al menos un puñado de personas con armas, puñales, y rifles. Dios mío, no sabría cómo describir el miedo que tuve. Bajo mi mirada hacia Mathías otra vez, y luego hacia las personas, y mi mente por fin se da cuenta de lo que pasaba, atacaban el palacio. Klames, eran los Klames.

Tomo a Mathías con mis brazos, y con fuerza lo dejó en la cama, antes me apresuro para cerrar la puerta del balcón. Entro al baño principal para buscar una toalla mojada y luego la pongo con un poco de presión sobre su muslo.

— ¿Alguien? ¡Ayuda! ¡El príncipe se está desangrando! — grito apresuradamente abriendo la puerta, hay muchos cuerpos de guardias moribundos en el suelo. Unos con heridas graves de disparos, y otros con armas todavía en las manos.

Un guardia corre hacia mi.

— Niña, ¡apresúrate, tienes que salir de aquí! — dice el guardia.

— ¡El príncipe! ¡Está aquí! — digo, casi sin voz por lo agitado que está todo.

El guardia corre dentro de la recámara, y de pronto, solo alcanzo a ver un punto blanco, que se hace cada vez más grande. Me siento mareada y también siento náuseas, y caigo.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 02, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

En un mundo lleno de ButtlesWhere stories live. Discover now