Nuestro Comienzo

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Narra Kid:

Pequeños rayos de sol entraban por la ventana arriba de la cama despertándose entre gruñidos.

-Que molestia- susurre entresuelo, para al despertarme cambiar de actitud al ver a la hermosa mujer a mi lado. Mi princesa, mi reina, aquella que animo mis días desde que la conocí, un rayo de luz más brillante que me iluminó y me ha guiado desde entonces, mi mujer- Mi esposa- dije entre en voz baja paro no despertarla y acomodar un mechón de su cabello, para después terminar acariciando su suave y delicado rostro.

Verla dormir era indescriptible, esta mujer me hacía sentir un mar de emociones y no dejare que alguien venga y mande todo a la mismisima mierda, murmure a mi mismo en la mente acordando lo de ayer.

Pensé en animarla con un desayuno sorpresa celebrando nuestro primer día oficialmente como marido y mujer. Sonrei tan solo imaginar su alegría siendo consentida con dicho detalle pero termine arruinando la sorpresa tras rechinar la cama al levantarme.

-¿saldrás así?- dijo con los ojos entrecerrados.

Voltee a mirarla y ver su sonrisa mientras soltaba una pequeña carcajada.

-primero iba a cambiarme- sonreí para ella, tras esto abrió los ojos estirándose un poco para mirar al techo.

-¿no estas algo pegajoso?- dijo entre bostezos- yo sigo algo mojada por lo de ayer- mordió su labio inferior mientras se tapaba un poco.

Joder, era increíble la manera rapida en que me exitaba tan solo con un par de palabras suyas.

-tenia en mente tomar antes una ducha- me acerque a ella- ¿quieres acompañarme?- susurre cerca de sus labios.


[..]


-no tienes idea de cuanto me encantas- apenas podía hablar entre gruñidos mientras seguía penetrandola contra la pared.

Era de esperarse que acabemos así y pensar que fue todo gracias al jabón que no me quería dar ajajaja acabe tomándolo por la fuerza junto con su pecho para luego mis manos se deslizen por todo su escultural cuerpo. Tan solo sentir su piel me prendía a mil.

Mis embestidas no cesaron y escucharla gemir dejaba claro lo mucho que lo gustaba.

-ay que rico~aaah- dijo en un largo gemido mientras buscaba mis labios- te amo- termino besándome, beso cual ahogaba sus gemidos.

Quisiera responder con las mismas palabras pero las transmitir acelerando mis embestidas y en cada esticada ella gemia para mi en mis labios, escucharla era música para mis oídos, sentía que eran más que bendecidos. Apreté su trasero cuando sentí el orgasmo llegar, en ningún momento nuestros labios se separaron. Ella seguía abrazada a mi como Koala lo cual me pareció tierno, terminé dando la última estocada haciendo que ella gimiera esta vez fuera de mi boca soltando un grito inigualable de satisfacción, dejando caer su cara en mi hombro.

Dejo unos arañazos en mi espalda, al sentirlo supe que fui algo brusco en los últimos embates. La sujete más fuerte al notar que ella tenía pocas fuerzas para seguir abrazándose de mí.

-perdón, creo que fui muy agresivo- dije entre suspiros apoyando una mano en la pared de la ducha y con la otra la seguía sujetando con fuerza.

-siempre lo eres- con sus pocas fuerzas giro su cabeza para morder mi oreja.

-¡AUCHHH!- intente no caerme para que ella no se lastimara, eso sí que me dolió- Nami...- gruñi.

Ella estallo en carcajadas.

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⏰ Última actualización: Jun 11, 2022 ⏰

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