Dios mío pensé, no solo en esta escuela había tipos ridículos, con ojos hermosos por cierto! sino que también tendré que recibir clases sin mi mejor amiga y no conozco a nadie aún, a ver que me depara este día.
Tuve que tomar mis libros para las siguientes clases y despedirme de Allison para que ella fuese a sus clases.
Así que después me dirigí con un papel en mis manos que me guiaba a mi salón de clases, llegue a donde se suponía que era mi sufrimiento, digo salón de clases. Así que al abrir la puerta lo único que podía esperar era ver otros pendejos robando oxígeno en este planeta. Como con el que me tropecé en el pasillo con Allison vaya que había química en ellos dos.
-Reí tristemente al acordarme que la única clase con la que estaré con ella es química-.
Así que abrí la puerta y dije.-Qué onda bola de ridículos?-. Se quedaron viéndome como de dónde sacaron a esta pobre loca así que dije.
.-Entonces seremos compañeros de Algebra no?.- Para evitar el comentario anterior, por cierto soy malísima en algebra.
Después de unos segundos de lo dicho empezaron a reírse de mí, sus carcajadas podían escucharse en toda la escuela, no entendía porque tanta la risa a lo que un tipo contesto.
.-Esto no es Algebra ¨Ridícula¨.
Vaya! Este tipo sabía callar personas y que pena Dios! La única pendeja que roba oxígeno en este planeta terminé siendo yono sabía que hacer así que tome mis cosas y me largue de ese lugar era obvio que mí cara me delataba, sentía como mis mejillas empezaban a tornarse rojas como un tomate, en todo el día no he hecho más que huir de un lado a otro.
Esta vez si me enfoque en ese maldito papel al parecer lo tenía al revés.-Pero que tonta-.Pensé.
Después de pasar una gran vergüenza había llegado a mi destino, pues este si era mi salón y como lo dije antes me dirigía al salón de Algebra. Después de entrar, tomar asiento y que el profesor se presentará.
-Muy buenos días jóvenes-.Dijo él
-Que tienen de buenos.- susurre. Pero al parecer él y sus oídos enormes supersónicos me escucharon a lo que contesto.
-Señorita Chloe tiene algo que compartir con el grupo?-. Típica frase de los malditos profesores.
Me sorprendí al escuchar mi nombre yo ni si quiera le sé el nombre a este con peinado de nalga!
-Am, ah, nada profesor...?-. Pregunte insinuando querer saber su nombre para ignorar lo anterior.
-Profesor Gregorio-. Dijo y asintió con el rosto. Estaba apuntó de soltar una carcajada por el nombre, pero me contuve. -Prosigo- dijo ese hombre con voz aburrida.
Después de unos minutos de su clase sentía como mis ojos no podían despegarse hasta que empecé a quedar inconsciente de lo que sucedía a mí alrededor.
Estaba en un lugar hermoso donde había mucha comida y unicornios volando, que comían gomitas en forma de delfines y en eso salió una fuente de chocolate de color...
¡Destruyeron mi fuente!
¡Alguien me estaba moviendo!
Levante mi rostro adormitado y vi al profesor Gregorio con el ceño fruncido.-Imposible olvidar ese horrible nombre, vaya que su mamá se había cagado en su nombre.-
-Señorita Smith, creo que se ha quedado dormida.-Dijo. No dejaba de fruncir su ceño, quizá tenia botox o algo. Ya le preguntaría luego.
-Creo que si.- Contesté con una sonrisa inocente. Me dio una señal de que saliera de la clase, vi el reloj y de todas maneras faltaban 5 minutos para salir. Quería reírme en su cara y matarlo por despertarme de mi sueño, algo infantil pero vamos a quien no le gusta la comida y el chocolate, ignoren mi unicornio.
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Dangerous Love.
ActionChloe Smith una joven de 17 años que vive en las Vegas New York, con su madre Haydeé Elizabeth Smith Watson. Chloe no sabia el por qué de la ausencia de su padre, su madre ni si quiera le había mencionado su nombre, le guardaba un gran secreto; pues...