Los preparativos estaban listos.
Todo el mundo jujutsu estaba sorprendía y lista para este día.
El día en que Gojo Satoru, el hechicero jujutsu más fuerte de su generación, contraria nupcias.
Lo más sorprendente fue con quién lo haría.
Para las personas allegadas al hechicero más fuerte, Gojo Satoru, era predecible, de echo, todos se lo esperaban.Para todos los demás, fue por demás, sorprendente, para la familia Zen'in, fue el horror del siglo, para Naoya Zen'in fue irritante, por no decir que armó un alboroto apenas se enteró del compromiso, para Naobito fue un puñetazo en en su cara.
Para Satoru, fue el día más feliz de su vida, obviando el echo de que disfruto demasiado de anunciarlo frente al viejo arrogante de Naobito.
Por qué si, ese día en especial, Gojo Satoru se casaba con nadamás y con nada menos que con Fushiguro Megumi.
— " Al fin " — fue lo primero que Maki dijo cuando Megumi, tomando posición para iniciar con el entrenamiento, estiró su mano izquierda, listo para invocar con sus sombras el arma que utilizaría, dejando ver el hermoso anillo que adornaba su dedo anular.
El pelinegro no hizo más que evitar la mirada verdosa al mirar hacia su costado, su cara ardía.
Maki con una sonrisa, se acercó al menor.
— " Felicidades, supongo que me equivoqué al pensar que Gojo tardía al menos un mes para proponertelo " —
La imagen de la sonrisa prepotente y ambiciosa de Nobara se poso por su cabeza, chasqueo la lengua.
Había perdido.
— " Gracias " — la timidez de Megumi solo la hizo sonreír aún más, no pudo resistirse al posar una mano en su cabeza para alborotar aún más sus cabellos.
// Adorable //.
Nobara e Itadori lo averiguaron de forma diferente.
Esa tarde ambos se encaminaban a la habitación de Megumi, para invitarlo a salir, y poder disfrutar de su día libre.
— " Y adónde iremos de todas formas" — Yuuji se miraba animado, después de toda una semana de duros entrenamientos a manos de su profesor.
— " De compras por supuesto" — el pelirosa suspiro derrotado, mirando abatido a su compañera.
— " ¿Solo a eso? " —.
— " Si me siento generosa te dejare elegir la comida" —.
Nobara sonrió con altanería, mientras Itadori se recomponía, ya imaginándo una muy buena hamburguesa.
A unos pasos de llegar a su destino, ambos pararon su caminata.
El sonido rechinante de algo golpeando con la pared los detiene.
Están a una distancia de cinco pasos para poder llegar y estar frente de la puerta que los separa de su misión para sacar a su compañero y amigo, y obligarlo a ir con ellos.
Nobara es la valiente que separa esa distancia, preparando su puño para empezar a golpear la madera frente a ella, y su voz, para poder gritarle a Fushiguro que sea un buen amigo y hombre y los acompañe a pasear.
Respira profundamente y se prepara para empezar a gritar, su brazo se levanta y su puño está listo para los golpes, solo cuando su puño está a un pequeño suspiro de la madera, es que lo oye.