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12 de junio
12:00 pm
Sabía que llegaba tarde, lo tenía totalmente claro pero acaso era su culpa que su docente decidiera atrasarles un poco el examen por ponerse a hablar de su vida ¿no verdad? Suspiró cuando volvió a sentir su teléfono vibrar, reconocía ese tono a la perfección, después de todo era él quien lo había elegido.
—Estoy en camino, lo prometo.
—¡Me dijiste lo mismo hace rato!
Otro suspiro cansado escapó de sus labios, no es como si pudiera ir a pedirle al chofer que maneje más rápido.
—No es mi culpa que no maneje más rápido —se quejó—. Estaré ahí en cualquier momento ¿sí?
El silencio llenó ambas líneas haciendo que la piel se erice, deseaba con todo poder llegar a tiempo, pero esto ya escapaba de sus manos.
—Sé un poco fuerte ¿sí? —susurró—. Llegaré en nada, lo prometo, ahí estaré.
—Por favor...—susurró—. No puedo ser más fuerte estando sola.
Después de aquellas palabras el sonido que indicaba el fin de la llamada se escuchó, reposó su cabeza en la pared del vagón en el que se encontraba y dejó que un leve suspiro se escape de sus labios. Iba a llegar, claro que sí.
Miró la hora en la pantalla de su teléfono y cerró los ojos, no quería estresarse más pero simplemente, no podía evitarlo pues en serio quería estar con las personas que quería en esos momentos más no podía y por algo que se escapaba en totalidad de sus manos aun cuando tenía la certeza de que llegaría no podía evitar sentirse ansioso por el atraso; miró nuevamente la hora y suspiró, lo más probable es que Félix ya estuviese entrando al quirófano.
Se disculpó innumerables veces en todo el camino hacía el hospital pues al ir corriendo por las calles hasta dar con su paradero había tropezado o chocado con un sinfín de personas, ganándose una que otra palabra mal sonante o algún regaño. Sonrío con satisfacción cuando vio el lugar al que se dirigía, por fin había llegado.
Ingresó a paso apresurado, buscando entre sus mensajes el piso que su novia le había dicho y aunque la espera se le había hecho eterna, llegó. Su mirada cayó sobre la chica de cabellos oscuros que reposaba el rostro entre las palmas de sus manos, se acercó hacía ella y permitió que los brazos finos de esta lo rodeen mientras acunaba su rostro en la curvatura de su cuello.
—Llegaste...
Seungmin liberó una suave risa mientras dejaba delicadas caricias en la espalda de ella para calmarla, no quería que Ae Ri tuviera alguna crisis por esta situación.
—Dije que llegaría ¿no? —murmuró—. Aquí estoy, no podría dejarte acompañando a Lixie en esto sola.
La fémina se separó de su pareja y le regaló una sonrisa, Seungmin veía claramente el miedo en la mirada ajena y sabía a la perfección que la suya cargaba con los mismos sentimientos.
—¿Lleva mucho tiempo?
Negó suave, volvió a tomar asiento en el lugar mientras le indicaba a su pareja que lo hiciera por igual.
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𝗛𝗮𝗻𝗮𝗵𝗮𝗸𝗶 𝗗𝗲𝘀𝗲𝗮𝘀𝗲
Fanfiction❝Para él, la enfermedad de Hanahaki era tan solo una mentira. Quizá se debía a que todos sus otros amores habían sido correspondidos o a que realmente nunca se había enamorado pero ¿qué pasaría si luego de hacer una pequeña gran confesión termina to...