Ray... nunca se consideró la persona más optimista ni la persona más benevolente. No era tan vivaz como Emma, y tampoco tan inteligente como Norman.
Ray, era un niño asustado del mundo en el que le había tocado vivir y que haría cualquier cosa con tal de asegurar su supervivencia sin importar el costo. Porque era un ser humano, también sentía terror, era egoísta y también, podía ser cruel.
No iba a negar que él, como el ser humano que era –porque todavía, lo era–, llegó a encariñarse con los niños-comida que iban y venían. Después de todo, el ser humano era un animal sociable por naturaleza y el formar lazos y vínculos con quienes le rodeaban, era inevitable.
Y como él también quería algo de felicidad en su miserable existencia, porque era un niño a fin de cuentas, los abrazos de Mamá, estaban bien. O eso pensó, hasta que Emma y Norman demostraron estar más preocupados que el resto (a su percepción) por él.
Mirándolo con ojos llorosos, sintiendo su dolor también. En resumidas cuentas: Si tú sufres, nosotros también sufrimos contigo.
Sólo ahí, Ray decidió que ellos, no merecían morir como el resto. Que ellos debían vivir, y porque le demostraron amor, él, Ray, también les demostraría amor; quemando Grace Field con él dentro, para que ambos escaparan del maldito destino.
Pero, vaya, la vida realmente lo odia. Como si haberle dado hipermnesia no hubiese sido suficiente.
Pues, Isabella le quebró –limpiamente– la pierna a Emma y envió a Norman al matadero. Pero bueno, todavía podía quemar el orfanato-granja y sacrificarse... ¿Verdad?
La respuesta fue una bofetada de Emma esa noche, junto a un mensaje de Norman que indirecta o directamente le decía No te puedes morir todavía o al menos no aquí, Ray.
Ah, al parecer a esos dos les gustaba complicarle sus planes-demostraciones de amor.
Y sí, todos o casi todos escaparon de ese matadero disfrazado de hogar. A cambio de tener el estigma de que si le dejaban sin supervisión por un minuto, ya estaba planeando morirse; pero también, siendo perdonado y aceptado. Por no decir que también amado, pese a su forma de ser y sus anteriores decisiones.
Sin embargo, ¿Por qué ellos eran así? La respuesta era cierta personita con una curiosa –y posiblemente viviente– antena.
Si bien, Norman fue también uno de los que colaboró en el escape (e interrumpió su suicidio). La de la idea de llevarse a todos y de paso a él también, pese a ser un infiltrado de Mamá, fue Emma.
Que si bien casi siempre le pareció molesta, infantil y un poco tonta... Fue ella quien superó sus expectativas, porque siempre parecía estar un paso delante de él y los demás. Pensando fuera de la caja, logrando que lo imposible y fantasioso se volviera una realidad posible.
Ella... Era irrisoriamente increíble.
Es decir, ella tuvo el valor de encarar a un demonio de la nobleza para llegar a un acuerdo, hablando. ¡De la nobleza! ¡Y hablando! ¡Por Dios, Emma!
Ella estaba loca también, tenía pruebas y no tenía ninguna duda. Pero, era por esas misma ocurrencias salidas de su cabeza, que lograban tener éxito; no por nada decían que los raros o con ideas diferentes al resto movían al mundo. Era un hecho.
Dicho sea de paso, estuvo por perderla tras derrotar al Archiduque Lewis. Nuevamente el terror que hacía tiempo atrás no sentía, resurgió y estuvo por tragarlo; había fallado en proteger a Norman, sus planes habían salido mal, y ahora... él...
Apretó con fuerza los dientes, todavía no podía darlo todo por perdido. Emma podía ser salvada, y su única prioridad era que ella se mantuviera con él y los demás.
Su esperanza, no se la llevaría la muerte.
Por lo que, con desagrado pero amenazante le dejó la vida de Emma en las manos de Yuugo. Mientras ella pudiese abrir los ojos y respirar un día más, haría lo que estuviese a su alcance; por lo que irse con todos los demás aunque tomara días, era soportable. Había sido paciente durante seis años y más, la paciencia casi podía ser una virtud que había adquirido.
Pero, esta espera era la más angustiante de todas. Especialmente al ir a la habitación donde Emma estaba en cama, inconsciente con una mascarilla de oxígeno, mientras el cardiograma mostraba el pausado y lento latir de su corazón.
Ray cada que podía, se encerraba en la habitación con Emma para cuidarla. Y cuando no estaba con ella, estaba ayudando a los demás o buscando información en lo que esperaba a que despertase; porque él, creía que Emma despertaría.
Se negaba a todo pensamiento negativo que quería infundirle desesperanza y temor, porque... No podía concebir la idea de un mundo sin Emma. Sin ella que le tendió una mano y le sacó de las sombras para mostrarle la luz de la esperanza.
Para demostrarle, que su travesía apenas comenzaba. Y que por supuesto, no estaría solo nunca más.
No se dejaría vencer esta vez. Tenía fe en Emma, su mejor amiga, su salvadora, su esperanza, su compañera de travesía.
(Y posiblemente, algo más).
Se rió.
- Mira lo que me has hecho, tonta – suspiró y sonrió de lado con cansancio, tomando su mano entre la suya mientras se recargaba en la orilla de la cama –... Definitivamente yo...
Estaba por cerrar sus ojos y resignarse a la espera, cuando entonces, Emma comenzó a dar señales de querer despertar.
En ese instante y momento, no hubo palabras que pudieran describir todo lo que sintió y significó ver a Emma despertar. Finalmente, había hecho algo bien, por una vez.
Fue entonces que Ray, tomó una decisión en su corazón. Lo que dictaría el rumbo de su vida, y le traería un nuevo cambio a él.
Él sería su guardián, pero ya no por Norman. Sino porque él así lo había elegido pues, muchas de las cosas que habían podido vivir, descubrir y conocer había sido gracias a Emma.
Y si bien Norman indirectamente también fue el que le permitió esta oportunidad, fue Emma la que estuvo mayormente a su lado con él.
Sinceramente, le estaba profundamente agradecido y, le debía bastantes cosas. Que, conociéndola, ella se negaría a aceptar una retribución por su naturaleza bondadosa y desinteresada.
Así que, ¿Cómo ella podía negarse a algo que él nunca le diría en palabras pero sí en acciones?
(Si ella es la esperanza...
Entonces yo...
Quiero ser esa caja que la resguarde.
–Para qué así, nadie te pierda en los males de este mundo–).
-Traumada Taisho
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Box of Pandora [Ray/Emma]
Fanfiction[One-shot/Semi-AU] (Si ella es la esperanza... Entonces yo... Quiero ser esa caja que la resguarde. -Para qué así, nadie te pierda en los males de este mundo-).