-¡Lo tengo!- dijo Ranpo emocionado mientras abría una bolsa de frituras.
-¿Tan rápido...?- preguntó Poe.
Ambos estaban en la Agencia. Poe acostumbraba visitar a Ranpo cada vez que terminaba una nueva historia y siempre le llevaba golosinas.
-Bueno, sí, ya resolví el misterio de tu novela, pero hay algo más.
-¿Qué es?
-Necesitas hacer historias más complicadas.
Poe solo se encogió más en su asiento.
-Hago lo que puedo...
-Pero puedes hacer más.- dijo Ranpo.- Escucha, tus historias no son complicadas para mí, pero si tú me conocieras mejor entonces podrías predecir lo que haré o diré.
-¡Oh! Y entonces podría escribir algo que Ranpo-kun no podría resolver.- dijo Poe emocionado.
-Exactamente.- dijo Ranpo y después se comió una papa.
-Pero... ¿por qué Ranpo-kun me dijo esto?
-Porque no te darías cuenta por ti mismo pronto.
Poe asintió y después se puso de pie.
-¡Entonces Ranpo-kun tiene que pasar tiempo conmigo!- dijo, pero después se volvió a sentar.- ¿No ya estamos pasando tiempo juntos?
Ranpo suspiró.
-Nos vemos cada vez que terminas una novela o tienes un nuevo reto para mí. Necesitamos vernos todos los días.
Poe asintió varias veces y después se puso de pie.
-Ya lo entendí. Entonces volveré mañana.
-¡Y no olvides traer dulces!
(•••)
Al día siguiente Poe volvió a la Agencia. Siempre entraba silenciosamente, tratando de evitar a todos, aunque esta vez fue descubierto.
-¿Poe-san?- preguntó Atsushi entrando a la Agencia detrás de él.- ¿No estuviste aquí ayer?
-Ah, sí... pero...
-¡Oh! De nuevo traes a tu perro.- dijo Dazai acercándose.
-Karl no es perro...
-¿Vienes a ver a Ranpo-san?- preguntó Atsushi.
-¡Sí!
-Ranpo no está.- dijo Dazai.- Salió a resolver un caso.
-¿Eh? Pero él dijo que...
-Podrías ir con él.- dijo Atsushi.- Tanizaki y él se dirigen a la estación para tomar el tren, podrías acompañarlos.
Poe asintió y salió de la Agencia murmurando una despedida. Y después corrió a la estación del tren.
Cuando llegó vio a Ranpo y a un chico junto a él comprando algunos dulces en una pequeña tienda de la estación. Poe abrazó a Karl y finalmente se acercó a Ranpo.
-Ranpo-kun...
-¡Llegas justo a tiempo!- dijo Ranpo cuando vio a Poe.- Tú me acompañarás a resolver el caso de hoy.
-¿Y-yo?
-Sí, tenemos que pasar tiempo juntos, ¿no?
Poe asintió.
-Oh, pero antes debes saber que los dulces que venden aquí me gustan mucho, principalmente esos chocolates de ahí.- dijo Ranpo mientras señalaba una caja de chocolates.