Yo era un cazador en la antigüedad

16

Después de cenar, Zhou Du pensó que estaría caminando de noche, por lo que tomó la iniciativa de buscar algo en el bosque de pinos al lado de la cabaña.

    En el crepúsculo del cielo lleno de rayos de sol, volví a la casa y cerré los ojos para tomar una siesta.

    Pensó que durmió por un día durante el día, no debería poder conciliar el sueño, quién sabía que se quedó dormido en la cama.

    Cuando volví a despertar, escuché un golpe melodioso en la puerta, seguido de una voz tímida pero familiar: "Zhou Du, ¿estás despierto?" Cuando abrí los

    ojos, todo lo que podía ver era oscuridad. Su corazón se apretó y la mano que sostenía el edredón se volvió azul en la oscuridad.Después de un rato, soltó el edredón arrugado, buscó el golpe en la puerta y abrió la puerta.

    La puerta se abrió silenciosamente desde adentro, y la persona que estaba afuera de la puerta no se dio cuenta por un momento, sus manos estaban vacías, la parte superior de su cuerpo estaba desequilibrada y cayó por la puerta.

    Simplemente aterrizó en el pecho de Zhou Du.

    Zhou Du fue tomado por sorpresa y abrazó un cuerpo suave y cálido, entró en pánico, y el pequeño miedo en su corazón había desaparecido hace mucho tiempo.

    Shen Xi estaba mareado después de ser golpeado y se quejó un poco: "¿Por qué no hiciste un ruido antes de abrir la puerta?"

    Zhou Du bajó la cabeza, miró a Shen Xi, que todavía estaba apoyado en sus brazos, y levantó las cejas. en secreto: "¿Todavía no te levantas?"

    La cara de Shen Xi se sonrojó cuando escuchó las palabras, apretó el mango de la linterna con fuerza con una mano y se apoyó en el pecho de Zhou Du con la otra, se levantó y se frotó el dolor. frente.

    ¿Este hombre es de hierro? ¡Por qué es tan doloroso!

    Aprovechando la tenue luz de la linterna en la mano de Shen Xi, Zhou Du cerró la puerta, recogió la pequeña bolsa de trapo que había sido colocada junto a la puerta y preguntó: "¿Puedo irme?"

    "Sí". Shen Xi rápidamente bajó y se frotó la frente con la mano, salió de la casa de Zhou con una linterna.

    Ya había una carreta de bueyes estacionada en el camino no lejos del patio, la carreta de bueyes no era muy grande, pero ya había tres o cuatro tinajas de vino de 50 libras en ella.

    Shen Xi se sentó ligeramente en el carruaje y le dijo a un anciano que estaba parado al lado del carruaje: "Abuelo Luo, vámonos".

    Después de hablar, palmeó el asiento a su lado y le dijo a Zhou Du: "Sube".

    Zhou Du Mirando en el lugar estrecho, frunció el ceño ligeramente, indiferente a las palabras de Shen Xi.

    En este momento, el abuelo Luo, que conducía el auto, sonrió: "Señora, no crea que mi auto es pequeño, pero soporta una buena carga, y mi vaca también es una vaca fuerte, así que puedo jalarla". y siéntate con tranquilidad. Después de escuchar,

    Zhou Du se acercó y se subió al carruaje con cuidado. Al ver que el carruaje no se desmoronaba de ninguna manera, gradualmente dejó caer su mente.

    "Siéntate, partamos", tan pronto como

    Zhou Du se sentó, Luo Fu gritó, y tan pronto como se levantó el látigo, el toro caminó lentamente.

    Aunque el proceso de conducción fue un poco accidentado, porque el automóvil estaba cargado de tinajas de vino, las vacas no corrían rápido y apenas podían alcanzarlas.