Yo era un cazador en la antigüedad

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Se tarda casi un día en coche desde la aldea de Taoyuan hasta la ciudad de Anyang, sin mencionar la ciudad del condado más alejada.

    Pensándolo bien, si no fuera por la distancia desde la ciudad hasta la sede del condado, el condado no habría establecido oficinas en varios municipios.

    Afortunadamente, fuera de la ciudad de Anyang, hay un camino oficial a la sede del condado. Aunque solo está hecho de tierra apisonada, es más fuerte y más suave. Es muy cómodo para conducir e incluso la velocidad del automóvil es mucho mayor. más rápido.

    Incluso cuando conduzco en invierno, el automóvil está desnudo y no hay parabrisas, y se oscurece a medida que avanzo, y el aire frío cae un poco y cae sobre mi cuerpo. No importa qué tan grueso lo use, no lo hago. sentir calor

    Zhou Du extendió su mano y tocó el dorso de la mano de Shen Xi, frunciendo el ceño, estaba helada.

    Shen Xi parecía tener un presentimiento, giró la cabeza y le sonrió: "Zhou Du, tus manos son tan cálidas".

    "Bueno". Zhou Du tomó su mano, esperando que el calor de su cuerpo pudiera transmitirse a él. Sin embargo, hacía demasiado frío en el cielo y Shenxi tuvo que tomar un automóvil, por lo que la temperatura estaba lejos de aliviar el frío de su cuerpo.

    Zhou Du volvió a tocarse la cara con la mano, estaba tan fría como el hielo y le preguntó: "¿No tienes frío?"

    "Está bien, estoy acostumbrado". Shen Xi se envolvió la ropa y no No importa mucho, él En invierno, si te levantas temprano para cocinar, podrás deshacerte del agua fría del pozo y no tendrás miedo del frío después de mucho tiempo.

    "Espera ..."

    Shen Xi envolvió su ropa, no sabía qué pensar, y tuvo que explicarle algunas palabras a Zhou Du. Quién sabía que alguien lo recogió antes de que terminara de hablar.

    En el siguiente instante, todo su cuerpo cayó firmemente en un cálido abrazo.

    Shen Xi levantó la cabeza en los brazos de Zhou Du, miró su mandíbula perfecta, encogió un poco el corazón y preguntó: "¿Cómo conduzco un automóvil como este?"

    "Tú me enseñas", Zhou Du ajustó el hundimiento en sus brazos. La posición sentada de Xi hizo que su espalda descansara sobre su pecho y lo rodeó con sus brazos para protegerlo del frío que lo rodeaba, "Vamos juntos".

    La aurícula de Shen Xi no podía dejar de arder de nuevo, sin importar cuántas veces lo experimentara, parecía incapaz de resistir la ternura revelada sin darse cuenta.

    Y era la amabilidad que solo mostraba frente a él.

    "Eso es", Shen Xi tomó el brazo de Zhou Du, levantó el látigo y enseñó: "Ves que no es bueno, y si va en la dirección equivocada, simplemente golpéalo". La

    mula es muy dócil, más obediente que un caballo . , Zhou Du Después de que Shen Xi tomó la operación, aprendió rápidamente. Bajó la cabeza y le dijo a Shen Xi en sus brazos: "Si estás cansado, solo duerme en mis brazos".

    "No cansado". Shen Xi se acurrucó en Los brazos de Zhou Du. , todo su corazón estaba lleno de él, levantó la cabeza y siguió mirando a Zhou Du, en el ambiente oscuro, sus ojos eran tan brillantes como el cielo nocturno lleno de toda la galaxia, que era muy hermoso.     Al ver que no dormía, Zhou Du

    no lo obligó. Recordó lo que Shen Xi no había terminado y preguntó: "¿Qué querías decir?"     ¿Quién sabía que antes de que terminaran las palabras, Zhou Du lo puso en sus brazos? Ahora déjalo salir, no quiere. salir más     "¿Piel de lobo?", Zhou Du se quedó atónito por un momento, luego recordó la última vez que regresó de la pelea de lobos, arrojó toda la piel de lobo a la familia Shen, no le prestó atención y luego se olvidó por completo. al respecto, pero Shen Xi aún lo recordaba.     "Sí", explicó Shen Xi, "¿no querías que te lo bronceara? Lo tengo todo hecho. Pensando en enviarlo a la ciudad del condado y venderlo, el precio siempre es más alto que venderlo en la ciudad".     Zhou Du no pudo evitar preguntarse.: "¿Cuándo dije que quería que te broncearas?"     Shen Xi se sorprendió: "¿No es eso lo que quisiste decir al dejar la piel de lobo en mi casa?"     Vio que Zhou Du ni siquiera podía pelar la piel, así que se la dio por su propia cuenta.     "No", Zhou Du levantó su látigo y ahuyentó a la mula que se había desviado de la ruta. Frunció los labios y dijo: "Pelaste la piel".