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Kong parecía un koala en ese momento, colgado de la espalda de Arthit mientras el caminaba por los pasillos como si nada

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Kong parecía un koala en ese momento, colgado de la espalda de Arthit mientras el caminaba por los pasillos como si nada.

-¿Seguro que no peso?-

No es como que la idea de estar colgado de su novio le desagrade, en realidad amaba ver como todos los miraban, estaba marcando territorio, pero tampoco quería lastimar a Arthit.

-En realidad eres muy liviano, creo que deberías comer más-

Kong negó.

-Me veo feo siendo gordo-

-Te amaría de todas formas-

-Pero no me tocarías de igual manera-

-Si lo haría-

Kong hundió su rostro en el cuello de su novio y mordió levemente.

-Hueles rico-

-Intentas cambiar el tema de la conversación-

-Si, déjame hacerlo-

Arthit negó y se inclinó para dejar a Kong en el suelo, el cual con un puchero en los labios, se bajó.

El menor volteó a mirarlo y sonriendo, tomó sus mejillas con ambas manos.

-Lindo, tienes que saber que veas como te veas, para mi seguirás siendo el hombre más hermoso del mundo-

-Mientes, me cambiarás por alguien más delgado y bonito-

-No es cierto-

-De todas formas prefiero no arriesgarme-

Arthit lo beso rápido y luego le tomó de las manos.

-Vayamos a comer algo-

-Intentas engordarme-

-Si, déjame hacerlo-

Kong sonrió y se dejó guiar.

Amaba mucho a Arthit para decirle que no.

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