— Ah?! De qué mierda hablas?! Tú perdiste digas lo que digas!!—
— Yo no perdí, ese 1 contra 1 no lo perdí, quiero la revancha ya me escuchaste.— el rubio ahora estaba en su momento determinado, nada podía pararlo.—
—Oh, entonces...-Habló Draken, las chicas le prestaron atención.— Apuesto 100 millones por Takemitchy!— todos se lo quedaron mirando con confusión.— Ah, que va, después de todo era una broma.-
— Yo ofrezco 100millones también!- Gritó Hinata.—
— Yo igual!!- Le siguió Emma, la castaña solo rió.—
— Yo apuesto 1 trillón!- Gritó.— ¿Qué? Va a ganar, ¿no? además, no es una broma.—
— Chicos?!.— El rubio se avergonzó.—
— Ja! Estos idiotas están mal de la cabeza!- Dijo Kyomasa.—
— No - Habló el más alto.— No lo estamos, Takemichi va a ganar.— Dijo con total seriedad acompañado de las 3 chicas, eso causó enojo en Kyomasa, Takemichi avanzó hacia él y iba a darle un puñetazo pero no esperaba algo más.—
— PELEA, KYOMASA!!- Antes de que el rubio pudiera asestarle un golpe, una navaja atravesó su mano izquierda y este gritó de dolor, Hinata estaba horrorizada.—
— Me sorprende que gritaras así, además, este no es una batalla 1 contra 1.— Kyomasa sonrió— Es tu ejecución!— Sonrió más descaradamente.—
Takemichi sacó la navaja de su mano con dolor.
— TAKEMITCHY!- Gritó la castaña y este volvió a verla muy adolorido.— NO TE RINDAS! CURARÉ A DRAKEN CON TODO LO QUE PUEDA!, PERO NO SERÁ MUCHO!!!— Sacó de el escote que había formado en su pecho para sacar una venda muy larga, al parecer tenía vendados los pechos, para protegerlas de un golpe. Emma alzó rápidamente el camisón de Draken y Alissa comenzó a vendarlo, aún con el ahora trapo manchado de sangre que tapaba por poco la puñalada, tenían que evitar que fuera a peores circunstancias.—
Mientras tanto, Takemichi mordió a Kyomasa y luego lo agarró del cuello formando una llave.
—YO SOY...HANAGAKI TAKEMICHI!!!!— Esto causó lágrimas en los ojos de Hinata.—
—NO LO DEJES, TAKEMICHI!!— Gritó Draken.—
—VAMOS IDIOTAS! ¡NO TE MUEVAS IDIOTA!— Gritaba Alissa.—
—ARGHHH!.— Kyomasa intentaba safarse del agarre del rubio.—
Varios segundos después, Kyomasa cayó de rodillas y Takemichi junto a él.
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—Completé...mi venganza...— Jadeaba, aún estaba cansado.—
—Takemichi-kun!.— Gritó Hinata, comenzaba a acercarse a él desesperada.—
