prólogo.

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Emiya Shirou nunca había sido alguien que se rindiera ante las posibilidades adversas, siempre fue alguien firme y determinado y cuando se traba de su hermana era alguien normalmente imparable.

Pero incluso el sabía que en estos momentos no tenía ninguna sola esperanza de ganar, después de todo ¿como podrían sus imitaciones ganarle a esa espada?, El simple hecho de que Angélica hubiera activado a Ea fue suficiente para agrietar su mármol de realidad, que incluso ahora podía sentir como se desmoronaba y colapsabá poco a poco, sabía que no duraría más, pero aún así tenía que hacer el intentó, no necesitaba ganar, solo distraerla el tiempo suficiente.

Entonces nuevamente se puso de pie y miro con determinación a su oponente, no importaba que o quien fuera el que se interpusiera en su camino, ¡Los cortaría a todos por igual!, Sus circuitos se activaron mientras enviaba una señal a todas las espadas en su mundo, primero fue una la que se levantó para levitar justo detrás de el en el aire, luego fueron dos más, luego tres, para ser seguido de seis y pronto por una docena más hasta que el cielo se cubrió de infinitas espadas.

Angélica lo miro en silencio con una seja levantada con clara confusión, el la entendía, después de todo no importaba cuál espada utilizará, ninguna se compraría a la que ella tenía en sus manos, pero estaba bien, jamás espero poder competir contra esa espada, incluso ahora este pequeño acto de levantar las espadas con un gran dramatismo fue solo para conseguir aunque sea unos segundos más de tiempo.

Alzando su mano como si de un general se tratase miro directamente a Angélica a los ojos, un último desafío, en el que el perdedor lo perdería todo, si ella ganaba, el destino de miyu sería condenado a ser un sacrificio para la salvación de la humanidad y el moriría como el villano que no pudo salvar a la única persona que le importaba, si el ganaba entonces le quitaría a la humanidad el milagro para ser salvada, pero salvaría a su hermana y esa fue suficiente motivación para ser el villano en contra de la humanidad.

Entonces su mano bajo en un rápido movimiento haciendo que la infinidad de espadas detrás de el lloviera sobre Angélica, sin ninguna muestra de preocupación ella también bajo su mano en la que se encontraba Ea y al activarse rápidamente destruyó una gran cantidad de espadas, al mismo tiempo que la realidad al rededor de los dos empezó a agrietar se y colapsar aún más rápido.

'¡aun no!, ¡Necesito ganar más tiempo!' se grito mentalmente mientras apretaba sus dientes y hacia que más espadas atacarán a Angélica, pero era inútil, la energía liberada por Ea destruía las espadas de acero normal como si no fueran nada y los Noble phantom caían como si fueran simples partículas de polvo en un huracán.

El intercambio pudo haber durado solo unos segundos antes de que la energía liberada por Ea destruyera su mármol de realidad pero para el se había sentido una eternidad, de igual manera no importo, cuando su mármol de realidad se destruyó sintió como todas sus esperanzas morían, seguido de la destrucción de su mármol de realidad las espadas incapaces de poder existir en este mundo desaparecieron dejándolo desprotegido para ser golpeado por Ea.

Durante la semana en la que había durado luchando contra los otros participantes de la guerra había resultado lastimado una y otra vez pero sin duda nunca había sentido nada como ser golpeado por Ea.

"Cof-cof" su mirada desorientada se fijo en el techo de la caverna, parece que el golpe de Ea lo había dejado fuera durante unos cuantos segundos y el golpe de caer al suelo lo había despertado, mirando a sus alrededores vio a miyu aún en el centro de las cartas clase, y a unos cuantos metros de el se encontraba Angélica aún con Ea en su mano.

Se intento levantar pero sus piernas no respondieron, eso no importaba, después de todo aun no había liberado a su hermana de el cruel destino que le esperaba en este mundo, reforzando un poco sus piernas se pudo levantar aunque sus piernas aún temblaban un poco y sentía que caería en cualquier momento, pero eso no lo detendría, moriría antes de dejar que Angélica llegar a Miyu, proyectando una espada de acero común sintió como sus circuitos ardían de una manera casi insoportable, pero no importaba después de todo era su deber como hermano mayor proteger a su querida hermanita.

Emiya Shirou Héroe De Las EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora