6 Marzo 2022

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Hay dos tipos de personas: aquellas que serán capaces de donarte un riñón sin decírtelo y las que presumen de que lo harían, pero no se romperían ni una uña por ti
Libro: Inquebrantables - Daniel Habiff

Creo que siempre estamos rodeados de todo tipo de personas inevitablemente, hay algunos que hablan mal de ti en tu ausencia, otros que te apoyan de manera incondicional, otros que no valoras mucho, pero que son completamente fieles y grandes amigos, existen muchos tipos de personas y entre ellas están los que suelen hablar mucho y hacer muy poco. Están los que presumen de ser tus mejores amigos, pero en el mayor momento de necesidad o dolor desaparecen.

Viví eso hace algún tiempo atrás, mi interior estaba completamente destrozado y mis amigos más cercanos lo sabían, pero fueron pocos los que estuvieron presentes. Le pasa a mi papá actualmente, esta atravesando oscuridad, dolor, enfermedad y para verlo básicamente solo estoy yo, ni su familia ni amigos realmente se preocupan de él, es algo muy doloroso, pero también injusto. Aprendí que son muy pocos los amigos que te acompañan en los peores momentos y muchos los que están en fiestas.

Me di cuenta de que no podemos esperar nada de nadie realmente y no es para echar abajo la amistad o hablar mal de las personas, pues todos fallamos incluyéndome, pero lo más importante que aprendí es que muy pocos son los que realmente te quieren, te aprecian de verdad y te aman. Entendí que solamente Dios puede llenar el vacío de nuestros corazones que necesitan relacionarse con la sociedad, supe hace poco que es mejor pasar las peores oscuridades con las personas que realmente quieren estar ahí, que no les molesta llevar tus cargas, que desean tu bien y darían su vida por ti, pero lamento decir que las personas que sena así en tu vida serán muy pocas.

Lo que más me alegra es que Dios siempre estará con nosotros, hubo un tiempo en el que me peleé con Él y deseaba con todo mi corazón que se fuera de mi vida, el que antes era mi mejor amigo no quería que sea mas parte de mi vida, decidí dejar atrás todo lo vivido con Él, pero lo que me cautivó completamente fue que Él si se quedó, permaneció conmigo y me amó en silencio, no dijo ni una sola palabra, pero me bastaba con su compañía. En la vida no se trata de hablar mucho, no se trata de decir todo lo que eres capaz de hacer por la otra persona, lo que cautiva es el respaldo, el apoyo, la compañía y sobretodo la presencia, así fue como Dios quebrantó mi corazón completamente una vez más y no pude resistir su amor.

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