El nuevo día iniciaba y la luz empezaba a cubrir las paredes del cuarto, como el lento avanzar de las raíces que se van extendiendo por todas las superficies hasta llegar a la gran habitación central del apartamento. Ropa y zapatos podían verse regados alrededor de la queen size, un pequeño gruñido rompió el silencio una vez que la luz alcanzó el rostro de una de las ocupantes de la cama. Emma abrió lo ojos despacio con su mente aún nublada, solo pensaba en maldecir el no haber cerrado las cortinas la noche anterior. Sin escape y ya con el sueño alejándose de su cerebro, se irguió hasta quedar sentada, estiró la columna lo más que pudo hasta que sintió como los músculos se relajaban, segundos después completamente despierta empezaron a llegar los recuerdos e imágenes de unas horas antes...
Debía reconocer que no había planeado finalizar la noche así de bien... Claro! la idea inicial era salir a divertirse y si de paso encontraba una hermosa mujer para pasar la noche terminaría su salida con broche de oro, pero la gran sesión de sexo con Maya y sobretodo la química que ambas tuvieron, era lo que no se esperaba. En la discoteca el ambiente de fiesta se respiraba por todas partes, Ruby y sus amigos la hicieron sentir muy bien en el nuevo grupo, mientras bailaba su cuerpo y mente empezaron a relajarse, pero repentinamente todo cambio cuando su amiga le dijo que alguien la estaba observando con más interés de lo normal y fué ahí que se encontró con Maya y al verla su mente se quedó en blanco.... Sin duda alguna era una mujer hermosa, tenía una mirada coqueta con un brillo sagaz, a simple vista se notaba que era una persona inteligente, pero por las "circunstancias" compartieron solo unas cuantas frases... el punto crucial fué que se entendieron muy bien en la cama.
El haber estado con ella fué diferente a sus otras experiencias, no hubo ninguna sensación de ambigüedad en la intimidad, todo lo contrario, de alguna extraña forma se sintió conectada, cómoda. Los besos, las caricias delicadas y no tan delicadas en los lugares correctos fue la forma en cómo descubrieron el cuerpo de la otra sin pudor, parecía una danza perfeccionada por el paso del tiempo... evidentemente, Maya le hizo perder la cabeza. Sin quererlo Emma se sonrojó recordando ciertas cosas que habían hecho hasta hace pocas horas de la madrugada, esperaba que Ruby hubiera terminado de la misma manera su noche, por que notoriamente habían hecho bastante ruido en casa y conociendo a la morena no tendría piedad con ella.
Se giró un poco sintiendo las suaves sabanas acariciar su cuerpo desnudo y observó la mujer que tenía al lado, todavía descansaba... Para desgracia de la rubia, como un invitado que llega en momento equivocado la imagen de Regina Mills apareció en sus recuerdos, no pudo evitar preguntarse ¿Qué estaría haciendo en esos momentos? Suspiro reprendiéndose. ¿Por qué pensaba en ella? Tenía una mujer hermosa y desnuda con la que había pasado una noche increíble y su inoportuna mente le da por pensar en otra mujer? Es solo una desconocida con la que te has visto una sola vez!! Lo mejor era no darle más vueltas al asunto, presentía que si tuviera un contacto más profundo con Regina se volvería una situación complicada de manejar, por que por más que se lo negara esa mujer le gustaba.
-Buenos días Emma- la voz de la otra ocupante de la cama la sacó de sus pensamientos, giró su cabeza encontrándose con el rostro aún adormilado de Maya. – Sentí algo de movimiento y supuse que ya te habías despertado - dijo la morena restregando las manos sobre sus ojos tratando de despejar un poco el sueño.
Los ojos de la rubia recorrieron de manera lenta el cuerpo desnudo de Maya, cuando esta logró sentarse y recobrar algo de sentido, notó los rastros y marcas en su cuerpo de una noche con poca tregua.- Buenos días Maya, ¿Lograste descansar un poco?- Preguntó Emma sin poder evitar el tono divertido, era claro cuál era la respuesta, sonrió cuando la morena solo le dirigió una mirada, acercándose a ella y besándola delicadamente.
-Muy graciosa rubia, sabes muy bien que si descanse fueron apenas unas, dos o tres horas ya que "alguien" no me dejó dormir mucho hasta ya entrada la madrugada. – contestó Maya con una sonrisa pícara y un aire de satisfacción, respondiendo de igual manera a la rubia con un ligero beso.

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El concierto
RomanceEmma es una joven y exitosa violinista, es el primer violín de la filarmonica de Boston y se encuentra en el mejor momento de su carrera, hasta que conoce a Regina que pone su mundo de cabezas. Pd: esta historia fue escrita en equipo, agradezco a Va...