🧟🦠The Frist Apocalypse🦠🧟

1 El comienzo

Me levanto temprano y me acerco a mi tocador . Me quedo observando durante un rato, recordando lo mucho que a cambiado mi vida y mi físico en estos últimos meses. Recuerdo que antes de todo esto me cuidaba mucho más que ahora. Tenía mi pelo castaño largo y cuidado y ahora... Bueno en resumen e tenido que cortarme lo por los hombros para no tener que peinarme lo tanto. El maquillaje que usabas ha sido sustituido por ojeras y cicatrices causadas durante algún forcejeo.
Decidí no darle más vueltas al asunto y bajar a desayunar.
En cuanto llegó me encuentro a mi hermano Erick, un chico azabache de ojos azul cielo, con dos platos preparados. El es lo único que me queda, mi madre murió en un accidente de coche y mi padre era uno de los científicos que estudiaba el virus y pues... No salí muy bien. Mi hermano tomo el relevo, aunque de una manera algo diferente ya que mi padre llevaba su investigación para el gobierno y mi hermano lo hace a escondidas, vamos ilegalmente. Aunque eso ya da igual esto ya no parece un país hace siete meses que no veo a ningún otro ser humano. ~ tengo que seguir con la investigación así que tendré que ir a buscar la información que papá a estado recopilando. ~ Dice Erick sin mirarme a los ojos y con miedo a mi reacción. ~ No irás, al menos no tú solo. Si tu vas yo también voy.~ Digo firme y segura. ~ Está bien, no voy a tratar de convencerte. Se que si te digo algo me mandaras a la mierda e irás igual.~ Dice con cara de desesperación y de "que abre echo para merecer me una hermana tan cabezota e impertinente". Yo por parte lo veo can cara de satisfacción y victoria, el al darse cuenta cambia su expresión a una sería y firmé. La verdad esa cara siempre me a dado mal royo, ya que siempre puede significar varias cosas 1 que me la voy a cargar 2 que va a imponer una ley de hermano mayor la cual tengo que cumplir ya que es mi "tutor legal" si se le puede llamar así a nuestra situación.
~ Cuando estemos allí ni se te ocurra tocar nada sin que yo te lo diga. ¿Entendido señorita?~ Dice con su cara de señor amargado. ~ ¿Y si no que? ~ Le digo con mi cara de delincuente juvenil, la cual se cambia a una de pánico al ver que a un lado suyo asoma la chancla rosita con purpurina. Desvío la mirada y oigo una carcajada de parte de mi puto hermanito, aj ten hermanos para esto.~ Venga termina de una vez que tenemos que irnos~.
20 MINUTOS DESPUÉS
~¿Falta muchooooo?~ Pregunto por duodécima vez desde que salimos de casa. Bueno la cosa va que hace un cuarto de hora que salimos de casa y como se puede notar soy un poquito impactante , según mi hermano soy una carga en este tipo de situaciones.
~Si falta mucho. Calla de una vez quieres, tengo que concentrarme pare recordar cómo se llegaba~ Dice mientras pone los ojos en blanco. ~Pero antes dijiste que faltaba poco ¿ Como es posible que ahora falte mucho?~ Digo indignada. Erik no me contesta así que doy por finalizada la conversación. Como me sigo aburriendo me fijo en el paisaje, la maleza se come los edificios y carreteras provocando que los animales comiencen a acercarse a este tipo de territorio. Conejos y zorros crean sus madrigueras en las que algún día habrá un montón de crías juguetonas, las cuales podrán salir a perseguirse por las carreteras sin riesgo de ser atropelladas. La verdad es que nunca creí poder ver algo así y aún no lo creo. Es increíble pensar que para que esta hermosura apareciera a tenido que pasar algo tan horrible como lo que está ocurriendo.
Después de tanta espera por fin llegamos a nuestro destino.
~ Recuerda lo que te dije, nada de tocar nada que te conozco como si fueras mi hermana~ Dice señalándome con el dedo índice acusadoramente. ~En primer lugar, eres idiota o peinas calvos me conoces como si fuera tu hermana porque soy tu hermana imbécil. En segundo lugar, si si no voy a tocar nada ~ Digo lo primero con cara juzgadora y lo segundo con cara ofendida por la poca confianza que me tiene.
Finalmente entramos a el edificio. Nunca había estado antes aquí, papá no quería que estuviéramos aquí. Pero había algo en ese sitio que me decía que ya había estado antes hay, todo muy raro. La entrada daba a una recepción mugrienta y polvorosa. ~ Me parece que los de la limpieza tienen mucho trabajo para hoy, no crees condón roto ~ Digo dándole un codazo a el peina calvos de mi hermano. ~Ya lo creo abortó fallido, tienen mucho trabajo~ Dice siguiéndome el juego. Nos miramos y nos echamos a reír, nada como una buena risotada para alegrar el ambiente. De repente se oye un ruido que sale del baño femenino. ~ Es imposible que sea un zombie, a esta hora los zombies no están en las zonas edificadas. Sino en los bosques cazando algún animal para el desayuno~ Digo viendo el sitio en el que sonó el ruido. ~ No son zombies son enfermos de pensamiento reducido y si tienes razón a esta hora no suele haberlos. A no ser que sea un rezagado. Dame la escopeta.~ Dice sin quitarle un ojo de encima a la puerta.~ Infirmi di pinsimiinti ridicidi. Vega ya son zombies en toda regla ¿ Y de que escopeta hablas?~ Digo burlona y confundida.~ De la que te dije que cogieras antes de salir~ Me dice con voz furibunda. ~ Ups. Emm... ya se tu coge la lámpara y yo cojo la grapadora~ Tal y como dije cada uno va a por su arma y nos acercamos a la puerta. El me hace señas para que entre primero y yo con los labios le digo que es un gallina. Agarro el pomo de la puerta, abro la puerta con cuidado y...TRAK le clavó una grapa a mi oponente. ~ Auh, estás loca porque me clavas grapas ¿ Que manera es esa de defenderse?~ dice una voz masculina la cual no reconozco.