I hate myself

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¿Alguna vez se han odiado a mismos?

Me refiero a odiar lo que sentimos, odiar lo que provocamos en otras personas, hablo de odiar todo lo que somos, solo porque no podemos entendernos ni nosotros mismos, yo si lo he sentído, desde el día en que lo conocí a el, lo he hecho.

—¿Matrimonio abierto? —cuestioné después de escuchar la idea de mi marido.

—Tú lo has sentido querido —afirmó, al parecer creía leer mi mente—. Sabes lo monótono que se volvió nuestro matrimonio, ya no somos los mismos de antes —Y no, claro que yo nunca lo había sentido así.

—Realmente no entiendo a lo que quieres llegar —respondí confundido.

—No lo sé, es algo que solo pense—afirmó—. Quizás estar con otras personas nos recuerde el amor que sentimos por el otro, quizás así volvamos a ser los de antes.

Recordar el amor que sentíamos por el otro, si, esas palabras salieron de la boca de la persona que había elegido para compartir mi vida, salieron del hombre que yo amaba, salieron del hombre que al parecer había olvidado que alguna vez me amó.

—¡Es que de verdad no entiendo como se atrevió a proponerte algo como eso! —me reprochó Nani, mi mejor amigo desde la infancia—. ¿Acaso es idiota?

—No lo sé amigo —respondí—. Pero podemos dejar ya ese tema, por favor —suplique.

—Tienes razón —afirmó, aunque podía notar la molestia en su voz—. Estamos juntos, con tragos excelentes en las manos, no dejaré que ese idiota arruine esto.

—Gracias.

—Mm, solo bebamos —dijo pidiendo una nueva ronda para ambos.

Unas horas pasaron, varios tragos también, y entonces Nani recibió la llamada de su hermana, algo que lo obligaba a marcharse.

—¿Volverás también? —cuestionó levantándose de su asiento.

—No, aún no —respondí—. No quiero volver a casa aún.

—Esta bien amigo, pero no bebas más.

—No te preocupes, esta será mi última copa.

—¡Ok, no vemos pequeño! exclamó—. Y llámame si me necesitas —agregó despidiéndose de mi con una sonrisa.

—Lo haré.

Habían pasado meses desde que el y yo no nos reuníamos, extrañaba a mi amigo, y creo que los mismos meses pasaron desde esa maldita conversación con Luke, algo que por supuesto no le había dicho a Nani, no quería que supiera que lo que le había contado venía desde hace tiempo, estaba seguro que lo odiaria más de lo que ya lo odiaba.

—¿Te invito otro? —escuche decir a un hombre a mi lado, ignorandolo al creer que no era a mi—. ¡Puedes decir que no al menos! —exclamó, y solo entonces levante mi mirada hacia el.

I Hate You.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora