Capítulo 4: Sadie (Parte 1)
¿Porque no lo había pensado antes? De todo lo que me imagine, ¡nunca se me pudo cruzar a la mente esto!
Una chica.
Y no solo cualquier chica, ¡oh no! Ella y yo íbamos a la misma escuela. La recuerdo bien, lamentablemente no puedo acordarme de su nombre, ¿Cindy?, ¿Aurora?, ¿Grace?, ¿Melanie? ¡No! ¡Diablos! No puedo recordarlo, y eso que conozco a casi toda la población de nuestra gran escuela.
Como si fuera una bombilla mi mente lo recordó ¡Sadie! Si, Sadie. Recuerdo cuando recién entramos a la preparatoria, era tan inteligente, tan bella y aun lo es. Mi memoria voló a los primero años cuando le intrigaba esta chica tan callada, lista, hermosa; pero para mí ella era inalcanzable. Ella sobresalía de las chicas normales, ella era diferente. Me rendí cuando un chico de año mayor estaba tras ella hacia lo imposible para conseguirla pero ella lo humillo. Después nadie sabía mucho de ella pues no se juntaba mucho con nadie de la escuela, se la pasaba casi sola, tenía su grupo de pocos amigos, pero era todo.
-¿Sadie?- al fin pude articular las palabras después de tragarme un nudo en la garganta.
-Amm Greyson, Hola- dijo un tanto asustada y ¿alerta?
-Hola, ¿Qué fue todo eso? ¿Cómo es que tu...?- me interrumpió antes de que terminara la pregunta
-Lo siento, y-yo me tengo que ir- sin más se dio vuelta, pero al parecer recordó algo- Por favor, no digas nada de lo que acaba de pasar- sus ojos estaban un tanto atemorizados, eran como ver los ojos de un venado antes de morir, asustadizos.
Reaccione en cuanto Sadie ya no estaba en mi campo de vista, no tenía nada que hacer allí así que me tuve que regresar a casa, se hacía tarde y tenía que levantarme temprano. Con tantos pensamientos en la mente llegue a casa antes de darme cuenta. Hice mi rutina de todas las noches y antes de saberlo ya estaba en un sueño profundo.
A la mañana siguiente en cuanto me desperté me prometí a mí mismo que hoy en la escuela me acercaría a Sadie, necesitaba saber que rayos estaba pasando, me entraba una curiosidad enorme. Eric también me había mandado un mensaje diciendo que si quería que me llevara a la escuela, acepte su oferta. Así que me puse unos jeans de mezclilla, una camisa verde y mis tenis, me lave los dientes y baje a por algo sencillo de desayunar. Salude a mis padres, mi mama está haciendo el desayuno de mi padre y el de Lily, que ella en un rato más se despertaría, y mi padre en la mesa con un café y su periódico. Me tome un vaso de leche y dos rebanadas de pan tostado con mermelada. Escuche una bocine fuera de mi casa, Eric; así que me despedí de mis padres y de Lily que acababa de bajar medio dormida, agarre mi mochila y llaves y salí encontrándome con el auto de Eric, me senté en el asiento del copiloto.
-¿Qué tal viejo?- le dije en cuanto entre
-Fastidiado por las mañanas pero todo bien, ¿tu?-
-Lo normal-
-¿Qué paso ayer, bro? Te fuiste sin decir nada- despego un poco la mirada del camino para verme mientras me preguntaba. ¿Qué le diría? Ayer Sadie me pidió no decir nada y yo no era nadie para andar diciendo cosas que apenas y sabía.
-Si es que mi madre me hablo ayer, Lily quería que la arropara antes de dormir, ya sabes cómo es ella-
-Esa pequeña diablilla- al parecer se creyó mi excusa. Igual, no parecía muy interesado en el tema. Seguimos hablando de otras cosas en el camino a la escuela, cuando llegamos a la escuela Eric parqueo el auto en el lugar de siempre y a lado de nosotros estaban Austin y Connor. Nos reunimos con ellos y platicamos por el tiempo que nos quedaba antes de entrar a clase.
Lamentablemente sonó la campana seguida de los quejidos de los demás alumnos y los de nosotros. Todo iba normal hasta que recordé que tenía que buscar a Sadie para hablar con ella pero sería un poco difícil, pues no suelo encontrármela muy seguido en la escuela. Pero haría el intento, nunca fui de los que me rendía y si algo me causaba curiosidad, tenía que llegar hasta el final.
Las clases pasaron volando, en la mayoría no ponía mucha atención por estar pensando en Sadie y de cómo buscarla, antes de darme cuenta ya era el descanso y Adrián venia hacia a mí para ir juntos con los demás chicos.
-Que clases tan mas aburridas- dijo con una mueca el castaño. Digamos de Adrián no le llama la atención la escuela.
-Lo sé, solo pensaba en el hambre que tengo, pero debo irme al comité. José organizo otra de sus juntas-
-No me mires a mi eh! Que yo no fui el que puso tu nombre en las elecciones, culpa a los 3 mosqueteros- era cierto. A Connor, Eric y Austin se les hacía tan gracioso que yo fuera parte del equipo estudiantil del grupo y juntaron tantos votos sin que yo me diera cuenta y gane.
-Juro que me vengare, bueno los veo más al rato- le dije despidiéndome e ir en dirección al salón de juntas hasta perderlo de la vista. En cuanto Adrián desapareció me fui para la biblioteca, ese sería mi punto de partida por hoy.
En cuanto llegue me fui a los lugares de la parte de atrás pues cuando venía acá en los lugares en donde yo estaba ella no se veía por ningún lado. Busque y busque lo más rápido que se podía, pues solo tenía 30 minutos de descanso, me iba ir a buscar a otro lugar cuando veo a una chica leyendo sola en una mesa y el vago recuerdo de ella y Sadie me llena la mente. ¡Harper! ¡Claro! Ellas son mejores amigas, me acercare a ella y ver si me puede llevar con Sadie.
-Ejem. Disculpa- la chica dio un pequeño brinco, creo que estaba muy entretenida en su libro.- ¿Tu eres Harper verdad?- la pelinegra me volteo a ver, recuerdo a Harper de pequeña, hemos estado juntos desde el kínder pero nunca nos juntamos, teníamos círculos de amigos diferentes y ella en la secundaria se mudó de país, pero volvió cuando empezó la Preparatoria con nosotros. Me miro con precaución y después me dio una respuesta asintiendo su cabeza de manera positiva.-¡Hola! Soy Greyson- le conteste tendiéndole mi mano.
-Hola y ya sé quién eres, hemos estado juntos otros años escolares- dudo un poco antes de contestar y responderme el gesto.-Y si necesitas tutorías ahorita no es mi horario de trabajo, ya les dije a los demás chicos de mis horarios pero no entienden, creen que pueden obtener todo lo que quieren y después tirarlo a la borda cuando terminan...-
-No no no no no, yo no vengo por eso- la interrumpí antes de que tuviera un mal concepto de mí.- Yo vengo a pedirte otro tipo de ayuda y no de la que tú piensas-
-Oh- dijo un tanto sorprendida mientras cerraba su libro- en todo caso, ¿Qué necesitas? Soy muy accesible a la mayoría de las cosas- me dedico una sonrisa amable.
-Bueno sé que eres amiga de Sadie y necesito que me digas como la puedo encontrar- le dije esperando no verme como un acosador o algo por el estilo. En cuanto termine de decírselo su semblante cambio a una serio.
-Lo siento, pero no te puedo ayudar con eso- dijo de manera cortante- Te recomiendo que si no quieres problemas, será mejor que dejes el asunto en paz.- dicho eso recogió sus cosas y antes de darme cuenta ya había desaparecido de la biblioteca.
¡Diablos! ¿Y ahora qué haría? Harper no me dará respuestas sencillo pero seguiré buscando la manera de que me ayude, pero también intentare con Sadie. La actitud de Harper al último hizo que me diera más curiosidad de saber sobre Sadie. ¿Qué tan malo es preguntar por alguien? ¿Qué es lo que ocurre? ¿Qué ocultas Sadie?
ESTÁS LEYENDO
Lo Que Somos
Teen FictionGreyson era un chico común y sociable, su vida diaria no salia de lo normal. Necesitaba algo de emoción antes de entrar a la Universidad. Cuando menos lo pensó esa emoción, esa adrenalina, ese misterio llego a su vida.