¿Mejor ser beta? - Kunikida Doppo

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Alfa, beta y omega: los tres géneros secundarios. A diferencia de los géneros primarios, que pueden conocerse desde el útero, uno se presenta como cualquiera de los géneros secundarios durante la pubertad.

Según la tradición (si no también el estereotipo), los alfas sobresalen mental y físicamente, los omegas sobresalen emocional y espiritualmente. Esto deja a los betas como los normales, en comparación con los alfas y omegas.

Además, aunque todas las combinaciones de los tres géneros secundarios se consideran ahora socialmente aceptables, en su mayor parte los alfas y los omegas sienten una atracción natural el uno por el otro. Incluso tienen el concepto de "parejas predestinadas" o "almas gemelas", por lo que los betas son los más propensos a ser ofrecidos para un matrimonio arreglado.

Kunikida Doppo es un beta. Completamente, totalmente, sólo un beta. A pesar de su figura escultural de tipo alfa y su carácter quisquilloso de tipo omega, es un beta hasta la médula.

Así que, por favor, explica cómo es que todos esos alfas y omegas quieren cortejarlo???

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Lunes, 7 de febrero

"Kunikida-kun, por favor, espera un momento".

Kunikida, de camino a la puerta principal de la escuela, se detiene al instante. El beta lanza una mirada de confusión a la persona que le habla.

Sakaguchi Ango, el prefecto omega, miembro del popular Trío Decadente de la escuela, está perfectamente tranquilo mientras saca una carta... de su bolsillo interior. Con la misma calma, pero con la misma solemnidad, Ango procede a sostener la carta con ambas manos y se la ofrece a Kunikida.

Mientras se inclina a 45º, un saikeirei-literalmente "el gesto más respetuoso".

Kunikida -el destinatario de ese gesto- retrocede horrorizado. A su alrededor, cerca de la puerta de la escuela, otros estudiantes reaccionan también con horror. Muchos jadean con las manos sobre la boca o se agarran las mejillas a la manera de El Grito, de Edward Munch. No son pocos los que chillan. Uno incluso se desmaya en una zanja.

"Yo..."

Kunikida se queda sin palabras. Sigue boquiabierto y con la mirada perdida ante lo que podría ser el espectáculo más raro de su escuela: ¡Uno de las omegas más "altivos" y "sin corazón" ejecutando un saikeirei en público!

Y además, ¡¡¡esa carta en su mano sellada con una bonita pegatina de un corazón rojo!!!

Es decir, ¡¡¡es una CARTA DE AMOR!!!

Los segundos transcurren en silencio hasta que Kunikida se da cuenta de que Ango sigue inclinándose, extendiendo la carta de amor. El rubio beta devuelve apresuradamente la reverencia, tomando también la carta con ambas manos.

"¡Muchas gracias, Sakaguchi-senpai!"

Más jadeos y gritos. Más estudiantes se unen al primero desmayándose en la zanja.

Habiéndose enderezado, Ango responde con calma,

"Entonces, esperaré tu respuesta el próximo lunes, Kunikida-kun. Verbal, si te parece".

Kunikida asiente rápidamente. Mira como el prefecto omega se dirige a su deber, y luego mueve su mirada a la carta que ahora tiene en sus manos.

Con ternura, con cuidado, Kunikida pasa el pulgar por la pegatina del corazón, sin darse cuenta de las miradas de envidia y asombro que le dirigen.