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Ambas van corriendo, Jisoo está un poco desorientada pero aún así sigue a Rosé.
—¡Ya casi llegamos!— exclama ella.
—Ya me puedo imaginar a donde vamos, ¿no es algo peligroso?
—No arruines la diversión, Jisoo.— responde Rosé, se detiene y comienza a caminar.
—Recuerdo cuando Jennie me comentó, que vino aquí para su primera cita con Lisa, y ambas se tuvieron que ir, porque escucharon un llanto de bebé.— cuenta y Rosé evita reír, ya que fue ella quien hizo ese tipo de broma.
A medida que se iban acercando al lugar, se escuchaba el sonido de las corrientes de agua.
—Disculpa como te hablé orita.— dice Jisoo.
—No te preocupes, entiendo que esto te asuste un poco.— Rosé agarra ambas manos de su amiga y la miro a los ojos, Jisoo solo le sonríe, y la australiana solo mantiene distancia para no incomodarla.
—Esto no es una etapa.— susurra Jisoo.
—¿Qué? ¿Lo de tu fobia?— pregunta ella.
—No.— contesta.— No es una etapa lo que siento por ti.
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