Nicholas
– Vamos Nicho, tú tienes piernas más largas y caminas muy lento – decía mientras corríamos por el bosque, en otoño; nuestra época favorita del año.
– Tu eres más rápida después de todo – me defendí.
– Eso no importa ahora, tú altura es de 1.96 metros, puedes estirar más las piernas y alcanzarme – dijo tomando mi mano para, literalmente, arrastrarme.
– Tu tampoco eres tan pequeña – dije intentando alcanzarla.
– De todas formas tu eres más alto – sonrió ella.
– También eres alta, no te encuentras a una chica de 1.84 metros todos los días – dije acariciando su cabeza.
– En eso tienes razón – dijo ella abrazándome.
– ¡Chicos! – ambos vinos a Nancy, nuestra mejor amiga, la cual estaba corriendo hacia nosotros.
– Nancy, no sabia que estabas aquí – dijo Selena, mi novia, con quien había estado corriendo.
– ¿Cómo ibas a saber? Cuando intente hablarles empezaron a correr, lamento recordarles que mido 20 centímetros menos, ustedes dan un paso y yo doy dos – mencionó ella recuperando el aliento.
– Lo lamentó, fue mi culpa. Tu sabes lo importante que es el otoño para nosotros – Selena sonrió.
– Se que en otoño Nicho te pidió que fueras su novia, yo lo ayude a organizar todo. También se que hoy cumplen 5 años desde eso y cada otoño corren por el bosque recordando ese momento – se apresuró a decir Nancy, antes que Selena contara la historia.
– Exacto, pero ahora que estás aquí vamos por un helado – propuse.
Ambas chicas asintieron, tome la mano de la más alta y comenzamos a caminar hacia una heladería que visitamos seguido.
– Un helado de vainilla, uno de fresa y uno de mora – Pidió la más baja – los conozco bien y se que siempre piden esos sabores.
Nos sentamos a esperar el helado, todo iba bien hasta Peter. El típico chico popular que busca molestar a todos... aunque como todo cobarde una vez me pongo de pie recuerda que el es muy pequeño al lado mío.
– Les fue posible entrar al lugar, ¿no se golpearon la cabeza? – dijo acercándose con su grupo de amigos.
– Lárgate – Nancy espeto cabreada, nunca se queda callada.
– No hablo contigo – dijo él.
– Yo nunca pedí que vinieras a hablarnos, así que si no es mucha molestia, piensa que no estamos – dijo ella.
– Tu eres fácil de ignorar, pero los enamorados gigantes no lo son tanto – dijo viéndonos, Selena empezó a sollozar y eso acabó con mi paciencia.
– Escucha bien, pulga. – dije levantándome de mi asiento - No estoy de humor para perder mi tiempo con un idiota que solo quiere atención, así que mejor vete de aquí.
– ¿Qué vas a hacer? ¿Aplastarme? – dijo acercándose a mi.
– ¿Podrías callarte? Células muertas salen de tu boca, no me quiero infectar – Nancy dijo.
– No hablo contigo – dijo golpeando a Nancy, haciéndola caer; eso acabó con mi paciencia.
Lo tome de la camisa, levándolo hasta que su cabeza llegó al techo de la heladería – Puedo hacerte subir más y lo sabes bien, ahora déjanos solos – lo solté y él callo de trasero contra el suelo.
– Esto no se va a quedar así – dijo enojado antes de irse.
– ¿Nancy estás bien? – le pregunte mientras la ayudaba a levantarse.
– Estoy bien – dijo ella dándome una sonrisa.
– Lamentó esto pequeña – dije acariciando la mejilla de Selena.
– Esta bien, no es tu culpa. De todas formas, podemos seguir corriendo en el bosque después de comer helado – dijo sonriendo mientras lágrimas caían por su rostro, su dulce rostro.
Selena ha sido victima de burlas por ser alta y ella es muy sensible, cualquier cosa puede llegar a hacerla sufrir mucho y me siento pésimo cuando no puedo protegerla de todo lo que la rodea, de este mundo en donde si no encajas con los estándares no mereces respeto.
– Bien, correremos en el bosque – dije dándole un abrazo, ella escondió su rostro en mi cuello, pude escucharla sollozar.
– Voy por los helados – Nancy se alejó, dejándonos a solas.
– Simple estaré aquí, cielo, sin importar que tan idiota sea la persona que quiere hacerte daño, te protegeré. – dije dándole un beso en la cabeza, uno en cada mejilla y uno más en los labios - eres mi pequeña y eso nadie lo va a cambiar.
– ¿Siempre estarás aquí para mi? – preguntó ella.
– Siempre mi cielo.
~
Otra lágrima caía, ¿En que momento paso?
La veía dolido y ese vacío volvía a aparecerse, estamos en otoño y la época fría se acerca, pero mi corazón está más helado que el clima sin ella a mi lado.
– Nicho, tenemos que irnos – Nancy dijo contendiendo las lágrimas.
– Ve tu, yo quiero estará a solas con ella – Nancy suspiro para luego retirase. – ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Por qué?! – grite – vuelve a mi... mi pequeña...
---Siempre...?---
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Esa Tarde De Otoño
Teen FictionTodos los años corren por el bosque el otoño, ¿La razón? Una tarde de otoño en ese mismo bosque Nicholas le pidió a Selena ser su pareja, lastimosamente el destino no quería que siguieran corriendo juntos... --- -Capítulos cortos -Libro corto -Histo...