Sueño contigo

18 1 0
                                    

Me encontraba en el salón de su casa, mirando la decoración, oye tiene buen gusto la mujer. Sabéis esas fotos de revistas del hogar que nunca compras por gusto, pero a la que aparecen por casa te crees diseñadora de interiores analizando cada foto pensando el color salmón con el burdeos no pegan, ¿solo yo?, espero que no.

Estoy observando el estilo bohemio de su salón, que debo decir que pega mucho con ella, me había imaginado su casa así, no es que dedicase mucho tiempo a fantasear con ella, si alguien me lo pregunta lo negare todo, siempre había querido usar esta frase.

Hasta que ella me llama desde otra estancia y voy a ver que quiere, ella esta sola en su habitación y me dice que entre. Vale, os pongo en contexto queridos, he salido a cenar con las compañeras del trabajo y aquí la señora que me ha llamado ahora hace unos instantes nos ha invitado a su casa, ya que se encontraba cerca del restaurante donde habíamos ido. Al final hemos subido pocas ya que algunas han marchado al terminar la cena.

Las demás estaban por el salón o en el pequeño balcón fumando, me acerco a la habitación y le echo un vistazo, es de colores verdes y muebles de madera, me parece una estancia más seria pero que transmite paz. Paz es lo que ahora mismo me manca en cantidad porque estoy a solas con ella, en su habitación. Me había llamado porque en la charla que anteriormente habíamos tenido todas en el salón le había comentado sobre alguna cosa, de la cual ahora no me acuerdo en absoluto y ella quería enseñarme algo al respecto, ¡ah! Era un libro del que habíamos estado hablando antes, es verdad. El autor nos gustaba mucho a las dos y me quería recomendar otro del mismo que ella decía que me iba a gustar, a mi lo que de verdad me gustaría...shhhh, no eh, no empecemos con tus ensoñaciones.

Me dice que me acerque para verlo, y me empieza a explicar por encima un poco el argumento del libro, me sabe mal, porque no me estoy enterando de nada de lo que me esta diciendo, me pregunta que, si me parece interesante, y la verdad no se que decirle, mi mente no formula pensamiento coherente alguno y tampoco veo a mi boca muy por la labor de articular palabras, por suerte soy salvada por la campana, o mejor dicho las otras compañeras que estaban en la casa.

Llaman a la anfitriona para avisarle de que marchan ya, que una tiene que madrugar y la otra aprovecha y así la llevan en coche. Yo me huelo que esas dos tienen algo entre ellas, ¡ha! Seria una fantasía, me recuerda cuando de pequeños nos entreteníamos jugando a emparejara los profesores entre ellos.

Nos despedimos de ellas, yo vivo cerca y puedo ir andando a casa sin problema, además declino su oferta de que me lleven diciendo que así iba a ayudar a acabar de ordenar las cosas que hay por el salón.

Cierra la puerta y ahora sí, estamos las dos solas, me mira y veo en ella lo que parece una sonrisa traviesa, pero no le hago demasiado caso y voy a hacer lo que había comentado, llevo los vasos que estaban por el salón a la cocina. Poco a poco voy cargando el lavavajillas, oye esta gente que tiene este artilugio fantástico, que descansada es su vida, en mi casa no hay de esto y lo lavamos a mano, que alivio ponerlo en la maquina y olvidarse de ello.

Estoy acabando de hacer cosas en la cocina cuando oigo que me vuelve a llamar, de nuevo esta en su habitación y voy para allí, me la encuentro sentada al pie de su cama, cama de matrimonio puntualizo, que gustazo a de ser eso de tener tanto espacio para uno solo, aun no he tenido el privilegio de haberme ido a vivir a una casa que pueda llamar mía, pero cuando sea posible lo primero que querré en ella es una cama grande, para mí, y nadie más.

Volviendo a la realidad, ella me llama, ha encendido la tele de su habitación, para enseñarme no sé exactamente el qué porque solo me quedo con que pone su mano a su lado sobre la cama y pica en ella queriéndome decir que me siente a su lado.

Recuerdo la sonrisa traviesa de antes y ahora empiezo a sospechar que a lo mejor aquí esta pasando alguna cosa y que yo a ella también le intereso, pero no, no puede ser, seguro que no es así, esto son paranoias mías.

Ella me esta hablando del programa que están dando y que creo que me ha comentado que tiene alguna relación con el libro del que me hablaba antes, pero lo único en lo que puedo fijarme es que poco a poco la distancia entre nosotras ella la va acortando y esta sentada más cerca de mí. Aun así, ella continúa mirando al frente comentándome cosas y de vez en cuando me hecha un vistazo, yo la miro y miro la pantalla intentando retener lo que me dice.

Supongo que debo tener cara de perdida porque me pone un brazo en la espalda y me pregunta que me parece y que pienso yo, cada vez estoy más nerviosa pero no sé ni como consigo elaborar una opinión del tema que parece complacerle.

Estoy tan dispersa en mis pensamientos que no se ni en que momento ella se ha levantado para ir a buscar lo que después cuando vuelve descubro que era un vaso de agua, aprovecho ese momento para centrarme, me doy pequeñas cachetadas en los mofletes con tal de volver a razonar y no estar solo de cuerpo presente.

Entonces cuando vuelve para no volver a perderme inicio yo la conversación y le pregunto por ella y su vida, me explica un poco, y en mi costumbre de cotilla y sin darme cuenta le pregunto por su familia y su vida sentimental, ella me mira con una mirada que no descifro pero que denota diversión y curiosidad, entonces me pregunta el porqué de esa cuestión.

Sumo dos más dos y me doy cuenta de como puede haber interpretado la pregunta y el nerviosismo vuelve a mí, le comento, y es verdad, que acostumbro a hacer estas preguntas a lo mejor más chismosas, pero que no había mala intención en ellas, se ríe un poco y deja de lado el tema de las relaciones sentimentales para hablarme de su familia.

Se vuelve a sentar muy cerca de mí, y en un momento me comenta que me nota muy tensa, ¡ha! Si ella supiera, creo que tengo contracturas en las contracturas, me hielo entra cuando pone sus manos en mis hombros y me empieza a masajear la zona, mis neuronas han fallecido, ¿confirmamos? Confirmamos.

El masaje llega hasta la nuca y pasa sus dedos por el nacimiento del pelo, que "gustirrinin" más bueno, continuamos charlando y no me creo que lo que esté pasando sea real.

De un momento a otro acaba el contacto en mi espalda y es porque ella se ha estirado en la cama y pone una de sus piernas encima de las mías, para llamar así mi atención, y oigo como se ríe, yo me hallo al borde del colapso y intento que no se note, me he quedado paralizada, mirando su pierna encima las mías y haciendo el recorrido desde esta hasta su cara, vaya un repaso en toda regla. Nos miramos fijamente pero no reacción, ella parece darse cuenta de que yo no voy a tener la iniciativa así que me coge de un brazo y me dice, ven aquí a la vez que tira de él.

Con este acto salgo de mi ensimismamiento y abro la boca y los ojos en sobremedida para coger aire y mirarla.

Con la desgracia, no que va, de que en la trayectoria de mi cabeza al cojín mis labios y los suyos se rozan en el proceso, no se como fue exactamente, y como no le di un golpe, yo también me hallo asombrada de esta situación.

Volviendo al tema, nuestros labios se han rozado y en reacción tiro la cabeza un poco para atrás, me hago creer a mí misma que esto no ha contado, que no ha sido nada y que no puede contabilizar como beso.

Por otro lado, ella se está riendo, mirándome con un brillo especial en los ojos, se pone de costado, acercándose a mí, más si es posible. Me intento relajar, ¿esto es normal en una relación profesional?, creo que se la respuesta, pero a la vez debería haberme dado cuenta en lo que llevo de noche que entre nosotras había algo más que una simple relación de compañeras de trabajo.

Ella pasa un brazo por encima de mi cintura rozándola y la coloca al otro lado, dejándome a mi atrapada por su cuerpo, que no me voy a quejar, eh.

Mis alarmas yo no suenan, las voces internas de mis inseguridades ya no suenan, ni sonaran, me pierdo en sus ojos que me miran fijamente y me intimida la intensidad de su mirada, veo la seguridad que tiene ella y que de alguna manera me está transmitiendo.

Poco a poco se acerca cada vez más a mi y me dejo hacer, conectamos nuestros labios y dejo que ella lleve las riendas del beso, mientras tímidamente pongo una mano en su hombro.

Bendita cabeza ONE-SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora