Familia • JJK #06 (COMPLETA)

Capítulo 8: La familia es importante

La policía tiene retenida a HaRim, Hanne no es capaz de hablar claramente luego de que recibiéramos noticias de Dae, la niña no sería afectada con gravedad por la bala en su cintura, incluso los doctores no saben cómo tuvo suerte de no quedar paralítica, la bala no había dañado ningún hueso o nervio, pero DaeYoon estaría inconsciente un rato más. Estábamos con ella en la parte de pediatría, donde sólo los niños eran atendidos. Mis padres, Somi y JaeYoon habían venido, gracias a mamá nos estaban dando la mejor atención posible.

Siento las náuseas invadirme de la nada, mi cabeza duele de una manera que me parece familiar, me levanto tambaleante dirigiéndome al baño de la habitación. Me sostengo de la pared sintiendo que todo me da vueltas y cuando mis piernas se sienten débiles me deslizo por la pared hasta el suelo.

— ¿JungKook? —escucho la voz de mi padre a lo lejos. Mi respiración es pesada, papá dice algo, pero no puedo escucharlo, es como si cada sentido en mí se fuera apagando.

Mis oídos no captan ningún ruido, es como si estuviera bajo el agua, cierro mis ojos unos segundos, al abrirlos distingo a Hanne con rostro preocupado, sus labios se mueven, pero sigo sin escuchar, mi visión se torna borrosa. Apenas siento su toque, ella sostiene parte de mi peso diciéndole algo a los demás.

Mis párpados se sienten pesados, no puedo controlarlos, dejo que se cierren dejándome así en la oscuridad de mi mente.

...

Hay un claro que conozco bien de mis sueños anteriores, este tiene un hermoso lago, caen cerezos sobre él de los árboles que lo rodean dando un aspecto hermoso. Me acerco pisando el césped con mis zapatos, escucho risas mediante avanzo, una risa en particular es infantil, mis ojos se abren como platos identificando a la niña que juega en la orilla del río salpicando a la chica a su lado.

— ¡DaeYoon!

Ambas voltean para verme. La niña viene corriendo a mí vistiendo totalmente de blanco, la abrazo con fuerza cargándola.

—Appa, viniste—sonríe mirándome.

— ¿Estás bien? ¿Te duele algo? —intento revisarla, pero ella asiente muy energética—Lamento tanto no haberte podido proteger de esa mujer.

—Appa, el ángel quiede que me vaya con ella.

— ¿Qué? —mi sonrisa se va desvaneciendo. Es entonces cuando veo al "ángel", mi amiga está aquí, después de tanto tiempo finalmente la veo en sueños. Bajo a la niña de mis brazos, la chica se cruza de brazos mirándome con una pequeña sonrisa.

—También me alegra verte—sonríe más. Su cabello cae suelto moviéndose con la suave brisa—Mantengo lo que dije, tienes una hija muy hermosa, JungKook.

Bajo la vista a mi hija. Ella tiene mi mano tomada viéndonos, regreso la vista a mi amiga necesitando aclarar algo.

— ¿Viniste a llevártela? —mi voz sale temerosa y mi miedo regresa— ¿No fuiste tú quien dijo que tendría una larga vida? —le recuerdo.

—Por primera vez me parece verte molesto.

—Ella no irá.

—Appa.

—No, Dae, haz silencio—ordeno a la niña quien obedece. Doy un suave apretón a su mano mirando a la chica frente a nosotros—No puedes llevártela, es muy pequeña, salió de peligro, los doctores...

—JungKook, las decisiones en la tierra no importan mucho del otro lado.

—No me importa, no te la llevarás—coloco a la niña detrás de mí retrocediendo— ¿Sabes lo mucho que he hecho para llegar aquí? ¿Sabes lo mucho que he luchado por esta familia? Pasé por momentos difíciles con Hanne, sigo pasando por momentos difíciles e intento buscar la manera de salir de ellos—niego con la cabeza. Ahora si estoy molesto—Desde siempre la vida ha sido difícil, desde que te fuiste todo fue más difícil pero al mismo tiempo creo que abrí los ojos—siento un nudo en la garganta—DaeYoon, superar tu muerte fue difícil, pasé mucho tiempo culpándome por no salvarte, no soy un ejemplo a seguir, sólo te puedo decir que al igual que los demás tengo problemas por resolver y traumas que superar—mi voz se quiebra con lo siguiente—Si te llevas a mi hija, destrozarás lo único hermoso que he conseguido en la vida y que no me arrepiento de tener—suspiro—Mi familia.

Por unos minutos hay silencio, la chica sonríe cálidamente inclinando su cabeza de lado.

—No voy a llevármela, nunca podría hacerte eso—mira a la niña y luego a mí—Sólo quería escucharte defender a tu familia, quería saber si algo en ti está seguro de lo que tiene.

— ¿Qué?

Se acerca acariciando mi mejilla.

—Me alegra saber que así es. Quería asegurarme de dejar todo bajo control y asegurarme de que valió la pena salvar una vida.

— ¿Tú la salvaste?

—Estuve ahí cuando los doctores sacaron la bala, soy su ángel guardián así que sólo hice mi trabajo—se encoge de hombros—Creo que esta será la despedida, JungKook.

—Creí que la última vez que te vi era la despedida.

—Sólo era la penúltima vez que te vería.

—No te vayas, ángel—la niña toma su mano haciendo un puchero. Ella se agacha a su altura acariciando su pequeña mano—Siempe edes linda conmigo, edes mi amiga.

—Podrás verme cuando más lo necesites, sólo en casos realmente necesarios.

—Te extañaré.

—Yo también, cielo—la abraza estrechándola en sus brazos—Tienes mucha suerte de tener unos padres amorosos, ellos te quieren mucho, se una buena niña por ellos. ¿Está bien? —besa su mejilla. Se levanta para luego mirarme. Suelto la mano de la niña abrazando a mi amiga, recuerdo lo que Hanne una vez me dijo. Cada persona irradia una energía diferente al abrazar.

La de mi amiga siempre es reconfortante, cálida y nostálgica al mismo tiempo.

—Lo has hecho muy bien, JungKook—da palmaditas a mi espalda—Toma las cosas con calma, ¿Está bien? No siempre serás joven, tanto estrés no es bueno, no te alteres por cosas insignificantes—la escucho con atención sin soltarla—La familia es importante para ti, cuídala y haz que siga fortaleciéndose.

—Siempre me preguntaré lo que pudo haber pasado si no hubieras saltado—susurro en su oído.

—Tarde o temprano lo habría hecho—confiesa en voz baja.