Capítulo 12.- Cosas que lastiman

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(COMO SIEMPRE LES DIGO, SI ME EQUIVOQUE EN ALGO AVISENME PUES LO ADAPTE EN LA MADRUGADA Y YA ME MORÍA DE SUEÑO :'V)

Lucy salió de la clínica con una gran sonrisa y el corazón desbordante de felicidad. Su sueño estaba por cumplirse, pronto tendría una hermosa niña entre sus brazos.

Antes de subirse a su carro, acarició su vientre. —Serás la niña más amada del mundo. —susurró. Después subió a su carro y se fue a su casa, se tomaría el resto del día libre.

Decidió esperar hasta el día siguiente para contarle a su familia la buena noticia.

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Yukino esa mañana también fue a nadar un rato después de que su hijo se fuera a la escuela. Al menos en esos momentos que estaba en el agua, podía estar en paz y olvidarse de todo y de todos.

Pero ahora, dentro de las paredes de su recámara, volvía a acordarse de su dolor. De nuevo la imagen de su esposo besando a aquella mujer le rondaba la cabeza.

Como estaba sola no reprimió el llanto. Extrañaba a su esposo, la cama se sentía muy vacía y fría sin él.

Aún no entendía porque si se había dedicado por completo a él, la hería de ese modo, a pesar de que una vez prometió protegerla.

Yukino se sentó en la orilla de la cama en el lado que ocupaba Sting, el izquierdo. Pasó su mano sobre la almohada, no se la llevó a la nariz porque sabía que el aroma masculino de su esposo ya se había extinguido.

Dejó de tocar la almohada y se secó las lágrimas. Recordó que ese día su esposo regresaría para cumplir con el pacto.

Cuando se lo comentó a Juvia recibió un regaño por parte de su amiga, porque le dijo que eso era ya ser muy masoquista.

Pero es que ella no comprendía su amor por Sting, él era el único hombre en su vida, quien la protegía de todo. No comprendía que sin él no podría sobrevivir ante la crueldad del mundo.

Yukino estaba segura que Sting la quería, sólo que Minerva lo deslumbró con su encanto, pero que pronto él reaccionaría y volvería con ella, por eso le pidió que viviera con ella un año más.

Ella haría que volviera a recordar la promesa que le hizo muchos años atrás.

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.

Yukino regresaba a casa sola después de un día de escuela, tenía dieciséis años e iba en preparatoria. Ella acababa de cambiarse de casa y escuela ya que su padre acababa de morir y su madre no soportaba vivir en donde todo le recordaba a su esposo.

Por eso ella no tenía amigos todavía y se sentía sola. Y su carácter reservado y un poco tímido no le permitía hacer amigos con facilidad.

A unas cuadras de llegar a su casa, le salieron al paso cuatro chicos. Ella los conocía por lo que escuchaba de los vecinos, eran los vagos de la cuadra.

Enseguida la rodearon. Yukino sintió miedo y trató de escabullirse de ellos, pero uno le cerró el paso.

—Hola preciosa. —A Yukino no le gustó el tono en el que le habló, enseguida se notaba la lujuria en sus ojos. —¿No te gustaría divertirte con nosotros un rato?

Los demás comenzaron a reírse. Yukino empujó al hombre que le tapaba el paso con su cuerpo y comenzó a caminar a prisa.

Escuchó risas atrás de ella y los pasos de ellos siguiéndola, comenzó a correr con el corazón acelerado. Las calles estaban vacías y no conocía a nadie para pedir su ayuda.

Because Of YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora