Because Of You

Capítulo 15.- Encuentro inesperado.

Natsu entró al cuarto cargando a Lucy, se acercó a la cama y la depositó en ella suavemente. Al hundirse el colchón, sin querer se movió la muñeca bebé, con la que Lucy dormía. Por el movimiento la mamila se salió de la boca de la muñeca y esta comenzó a llorar.

Enseguida Natsu identificó de dónde provenía el llanto y miró a Lucy con sorpresa y confusión. Ella lo vio asustada mientras agarraba a la muñeca y le ponía la mamila para callarla.

Lucy no sabía que decir y él, claramente, esperaba una explicación.

—Es la muñeca de Hibiki. —atinó a decir con la muñeca en brazos. —Ayer vino y la dejó olvidada. —esa era la única excusa que se le había ocurrido.

Se sentía mal por mentir, pero no podía decirle que con esa muñeca practicaba los cuidados que tendría con su bebé cuando naciera. Sólo esperaba que Hibiki no se enojara mucho con ella.

—¿No es algo grande para jugar con muñecas? —preguntó Natsu mientras se sentaba a la orilla de la cama. —Eso se me hace muy raro.

—Es que está practicando para cuando sea papá. —soltó Lucy. Natsu elevó una ceja.

—¿Qué no es gay?

—Sí, pero anda buscando un vientre de alquiler. —respondió rápidamente. —¿o acaso no tiene derecho a ser papá? —preguntó haciéndose la indignada.

—No me malinterpretes, sólo era curiosidad. —comentó él dando por terminado el tema, pues en realidad no era prejuicioso y mientras no se metieran con él, respetaba la vida de los demás. Luego se levantó de la cama. —Iré por agua caliente para desinflamar tu pie. No te pares. —le indicó y después bajó a la cocina.

Lucy se quedó pensando en que cada vez se complicaba más la situación ella sola. Ahora tenía que fingir que le dolía la pierna y no podía caminar bien.

Sus mentiras cada vez iban en aumento, pero todavía tenía dudas sobre revelar su embarazo o no.

—¡Ah! —exclamó de repente, pues su estómago había comenzado a doler. Se llevó una mano al vientre y comenzó a sobarlo lentamente.

No era un dolor fuerte, pero de todas formas le producía miedo, pues no entendía porque le dolía y le preocupaba que su bebé pudiera estar en peligro.

—Nena por favor se fuerte. —susurró viendo su vientre y sin dejar de masajearlo.

En ese instante Natsu regresó con un tazón con agua caliente y un paño. Lucy dejó de tallar su vientre y le sonrió levemente. Él se sentó a la orilla de la cama, colocó el tazón con agua sobre la cama y tomó el pie lastimado de Lucy con cuidado.

Y como si se tratara de un pétalo de la más fina de las flores, Natsu comenzó a dar toques con el paño tibio sobre el pie de Lucy, luego le dio masaje, cuidando no lastimarla.

Lucy lo veía conmovida. Él la trataba con mucha delicadeza y amor.

Ella era una mujer fuerte, autosuficiente, independiente, pero ahora él estaba empezando a generar en ella esa necesidad de sentirse amada y protegida. Pero eso también le daba miedo.

—("Ojalá le pudiera decir que el dolor lo tengo en el estómago"). —pensó mientras sentía como le tallaba el tobillo con delicadeza. —No es necesario que lo hagas. —le dijo Lucy apenada.

—Déjame cuidarte. —pidió Natsu viéndola a la cara, sin dejar de masajear el tobillo de la chica.

—¿Por qué haces esto por mí? —quiso saber.

—Ya te lo había dicho antes, porque te quiero. —respondió el chico con una sonrisa que reconfortó a Lucy.

Ella por toda respuesta, se abalanzó sobre él para abrazarlo. Natsu correspondió el abrazo con una sonrisa, pues estaba seguro que poco a poco estaba logrando que ella también lo amara.