FOREVER AND ALWAYS ━━ jasper hale ✓

061 . little things

capítulo sesenta y uno . . .
pequeñas cosas

Alemania es un lugar al que nunca pensé que iría. Especialmente en la caza de algún tipo de joven vampiro. El sol estaba alto en el cielo, así que Jasper y yo nos escondimos en una habitación de hotel.

Honestamente, fue un poco divertido verlo pasar frente a una ventana, porque estaba buscando su short, luciendo como el vampiro sexy y con cicatrices que es, y luego comenzó a brillar, y honestamente perdí mi mierda.

—¡Tienes suerte! —Se defendió, sus ojos brillando casi tanto como su piel. Se puso una camisa de manga larga sobre el torso y se estiró para cerrar las persianas de la ventana de nuestra habitación de hotel—. Tienes que saltarte la estúpida cosa brillante.

—Emito un ligero resplandor —bromeé, acercándome para poder presionar suavemente un beso en sus labios, saboreando mi paz—. Sin embargo, al menos no me veo como una bengala.

—Y... lo arruinaste —se apartó, con una sonrisa tirando de sus labios. Sonreí, encontrando difícil creer que aquí es donde Jasper y yo estábamos ahora—.
Las nubes saldrán pronto, tenemos que ir a buscar a Clara.

—Clara —repetí—. Cuántos años tiene ella... bueno, ya sabes.

—Técnicamente, solo tiene catorce años... también tiene casi cien.

Si estuviera bebiendo algo, lo habría escupido. ¿Cien? ¿Años? ¡Mi débil mente ni siquiera puede comprender eso! —¿Cómo se convirtió?

Jasper me arrojó un abrigo largo y oscuro, del cual me encogí de hombros mientras respondía. —Se convirtió cuando estaba de visita en Estados Unidos, desde su ciudad natal... en algún lugar de Asia —Frunció el ceño mientras yo soltaba mi cabello, atando las correas del abrigo alrededor de mi cintura—. Llegó a casa, temiéndose a sí misma, se dio cuenta de inmediato, y se vio obligada a huir antes de que los Volturi pudieran involucrarse. Ella huyó aquí, y supongo que solo se escondió... bueno, tanto como una adolescente vampiro inmortal podría.

—Su nombre es Clara...

—Alliana... ella no tiene un apellido que yo sepa.

—Genial —murmuré, mirando por la ventana, viendo las nubes grises consumir lentamente la luz del sol restante—. Genial, genial, genial.

—Sabes, es un poco extraño.

—¿Qué? —Pregunté, girando para poder mirar a mi esposo, quien me sonreía suavemente. Su sonrisa se amplió, haciéndome reír levemente—. ¿Qué, Jazz?

—Estamos en un país extranjero, y no es para una luna de miel.

Palidecí. Jasper y yo nunca tuvimos una luna de miel, ¿verdad? Todos estábamos tan preocupados por Bella, y ahora por la hija de Bella, que en realidad no teníamos tiempo para nosotros dos. Eso apesta, mucho.
—Maldita sea.