Dos

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Caminaron hasta el auto del castaño con las manos entrelazadas, Taehyung le abrió la puerta y Yoongi suspiró con un ligero nerviosismo. El departamento que Yoongi y Hobi compartían quedaba a 20 minutos del bar, por lo que el trayecto no era muy largo y el pelinegro lo agradecía, pues sentía que en cualquier momento le pediría a Taehyung que se detuviera y bajaría corriendo del auto. Pero para la sorpresa de Yoongi, en ningún momento quiso huir.

La conversación con Taehyung, quien aún mantenía sujeta su mano, fue divertida y relajada, hablaron acerca de sus gustos en comida, música y hasta algunos hobbies. Lo mejor era cuando se detenían en los semáforos y aprovechaban para besarse, separándose entre ligeras risas cómplices.

Yoongi lo guió hasta el tercer piso del edificio, lo dejó pasar y le mostró el lugar en general, extendiendo sus brazos y dando a entender que ese pequeño departamento donde todo quedaba a simple vista, era todo.

—¿Quieres beber algo? —preguntó yendo a la cocina —Tengo soju, whiskey y ginebra.

—Uh, ginebra, ¿tienes naranjas?

—Sip —contestó, inspeccionando el refrigerador, de repente sintió cómo la mano de Taehyung se paseó por su cintura.

—Entonces yo me encargo, bonito —murmuró en su oído, afianzando el agarre y tomando la bolsa de naranjas con la mano libre. Yoongi giró el rostro y Taehyung le guiñó un ojo, antes de depositar un suave beso en sus labios.

Se incorporaron y el menor fue a lavarse las manos, mientras Yoongi se sentaba en la encimera, observando lo bien que se veía el castaño en su pequeña cocina.

Le gustaba la espalda ancha de Taehyung y cómo terminaba en una diminuta cintura, marcada por la camisa fajada en ese pantalón de vestir que parecía hecho a su medida, pues favorecía cada curva del menor.

Se relamió los labios al observar sus grandes manos, que hábilmente cortaban rodajas de naranjas y cómo sus suaves dedos colocaban hielos en los vasos. Min Yoongi deseó tener esos dedos en su boca.

—Listo —le entregó su bebida con una sonrisa, brindaron sin quitarse la mirada de encima y bebieron un sorbo. —¿Qué tal?

—Me gusta —contestó Yoongi—, pero...

—¿Pero? —enarcó una ceja el menor.

—Creo que le falta algo —dijo, contemplándolo con una pequeña sonrisa.

—¿Qué cosa? —cuestionó confundido.

—El sabor de tus labios —respondió con una sonrisa ladeada. Taehyung dejó salir una risa, incrédulo.

—¿Y quién era el que soltaba frases? —dijo, acercándose al mayor, Yoongi solo se encogió de hombros, aún sonriendo coqueto—. Eso lo podemos arreglar, bonito —pronunció Taehyung, dio un trago a su bebida y besó al pelinegro. Yoongi lo rodeó del cuello mientras el castaño acariciaba sus muslos, abriéndose paso por estos y siendo aprisionado por las piernas de Yoongi que rodeaban su cintura.

El pelinegro bajó las manos, levantando la camisa de Taehyung lo suficiente para introducirse y tocar el torso acaramelado. El menor desabotonó la camisa del mayor y admiró el blanquecino pecho expuesto, donde empezó a besar y succionar toda piel que encontraba a su paso. Yoongi subió sus manos a los cabellos castaños, a los que se aferraba cada vez que se estremecía por los labios de Taehyung que iban marcándolo.

El menor regresó a los labios de Yoongi, y aún con las piernas del mayor rodeando su cintura, empezó a hacer ademán de embestirlo a un ritmo lento, sintiendo las latentes erecciones de ambos.

Gotta leave before you love me | TAEGI au  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora