Cuando uno es un niño, lo primero que te enseñan es a hablar y caminar, puesto que no podemos depender siempre de alguien.
Ahora el niño ya puede caminar hasta la cocina si tiene hambre y puede hablar con alguien cuando lo necesite, entonces ya es una persona independiente; ya no es un niño, prefiere que lo traten como adulto.
El problema con los padres es que tratan a los hijos como niños (aun cuando estos son adolescentes y quieran ser tratados como adultos), le dan ordenes como si de animales se tratase y esperan una respuesta madura, que se supone que hay que hacer?
Por esa y muchas otras razones, decidi que a mis 17 años ya había hablado demasiado y era hora de escuchar más.Primero pensaron que estaba deprimido -cosa que no niego- y dejaron pasar unas 48 horas, al no haber respuesta de mi parte, trataron de hacerme entender que el no hablar no nos iva a llevar a ningun lado; nuevamente no hubo ni un murmullo de mi parte, mis amigos ya no me hablaban porque decian que yo ya no los apreciaba y seguramente los estaba cambiando por no ser tan "estudiosos" como yo.
Los amigos son esas personas que estan ahí cuando las necesitan y cuando no, son relaciones que se van creando en el colegio, en el jardin, en una plaza, en fin. Son esas personas con las cual nos gusta pasar el tiempo, charlar y poco a poco comenzamos a querernos mas, a valorarnos. Y no importa si a el le gusta el rock y a mi el pop, si el no estudia tanto como yo, la amistad se forma de todas maneras.
Por eso con el paso de unos días notaron que yo solo buscaba estar bien conmigo mismo, y respetaron eso -por lo que estoy agradecido de mis amigos-, no así el resto de personas en el colegio. Algunos solo me ignoraban, otros se burlaban y tambien estaban esos que me miraban con lastima.Todas las noches a la hora de cenar mis padres y hermana trataban de entender el porque de mi silencio con infinitas preguntas, a lo que yo solo me aseguraba de escucharlos y comer.
La cosa terminaba así: mis padres discutiendo entre ellos, culpandose por lo ocurrido y mi hermana gritandoles que hagan silencio, ya que no era tiempo de buscar culpables porque eso no solucionaria nada.En el colegio los profesores lograron entender- o algo así- mi silencio, gracias a mis amigos que trataban de explicarles algo y a mis pequeñas notas que decian " escucha más y habla menos"; como mis calificaciones no disminuyeron aceptaron el hecho de que no hablara.
Un mes... un mes desde que de mi boca quedo sellada.
-Se que lo más probable es que esto no te guste hijo, pero ya te dimos tiempo suficiente y es hora de poner cartas en el asunto.- dijo mi padre mientras dejaba con sumo cuidado los cubiertos sobre el plato.
Como respuesta yo asenti mirandolo, indicandole que lo estoy escuchando.
-Con tu madre tomamos la desicion de mandarte a un psicologo, de hecho mañana mismo tienes la primera sesión-prosiguio mi padre.
Baje la mirada hasta mi plato, ya esperaba esta reacción, es obvio que al no poder arreglar el asunto ellos mismos iban a acudir a alguien más. Mire a mi madre, quien me miraba con tristeza reflejada en sus ojos, mientras que mi hermana que mantenia una mirada seria sobre mi padre.
Nuevamente mire a mi padre y le sonreí desganadamente, una sonrisa de segundos que expresaba lo suficiente como para hacerle saber que estoy de acuerdo.
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Benjamín
Teen FictionEscuchar es suficiente como para hacernos comprender la realidad de las cosas.