El cuento de los dos hermanos

Hace mucho tiempo existió un reino llamado Erztha. Este prosperaba como uno de los cinco reinos de Era y como ciudad navegante y comerciante, humilde pero con un gran poder económico y esto mismo le generó muchos enemigos que querían hacerse con sus riquezas por pura envidia. Una tarde de verano se oyeron los pasos de tropas armadas a lo lejos pero el reino de Erztha no era un pueblo guerrero y los pocos guardias que había no pudieron hacer nada ante las tropas de su reino vecino, aliado durante muchos años pero que al morir Lilian antigua gobernante de aquel reino, se preparó una rebelión contra su antaño aliado.

De esa batalla solo dos niños resultaron supervivientes .El mayor llamado Marco de pelo negro y ojos oscuros como el carbón su complexión era fuerte y para su edad era bastante alto, normalmente no sonreía él se acordaba mejor de la masacre ocurrida hace ya años y eso no le deja de atormentar por lo demás es un chico amable con carácter de líder que siempre pensaba antes en el otro chico que en el mismo, Axel el más pequeño estaba lleno de alegría y jovialidad ya que no recordaba lo sucedido , su cabello era de color castaño aunque a veces recordaba más a la miel y su complexión era delgada , era un poco más bajo que el chico que tomo como su hermano ya que al ambos ser huérfanos.

Desgraciadamente un día de invierno en una de las noches más frías que hubo en aquella temporada se vieron obligados a cobijarse en un castillo cercano a su zona de acampada tal vez había uno o dos kilómetros de distancia, una vez entraron vieron el lugar calmado demasiado tranquilo a decir verdad, se respiraba un olor húmedo como si el lugar no se hubiera aireado durante demasiado tiempo además, era extraño no oír el sonido de risas en el banquete que siempre se celebraba en los castillos o al menos eso decía Axel que debería pasar pero Marco tenía una extraña sensación como si aquel lugar no fuera seguro y puede que tuviera razón.

Se asentaron en el lugar dando se cuenta de que las mantas de las habitaciones contiguas tenían las mantas raídas al igual que en la suya propia ,los barrotes de las ventanas protegiendo estas mismas estaban oxidados y algunos ya carcomidos por el tiempo y la falta de cuidados pero de forma extraña la cocina seguía intacta todo brillaba como si hubiera sido comprado hace poco y la gran mesa de roble que se encontraba en el centro del comedor estaba en perfecto estado hasta estaba barnizada con materiales muy caros en el lugar y la época.

Los niños vivieron allí por un largo tiempo oyendo extraños ruidos la mayoría de noches y cuando aquello sucedía al día siguiente siempre aparecía un plato rebosante de comida en el amplio comedor del perdido palacio, años más tarde los chicos se fueron del castillo sin darse cuenta que una figura femenina les vigilaba desde la ventana con una sonrisa deseando le lo mejor.

Aun así muchas historias ocurrieron aquí, algunas que les marcaron de ahora en adelante en su ardua tarea de vivir con los pocos recursos a los que tenían acceso como la que a continuación les contare.

Era un día caluroso por la mañana y Axel junto con su hermano se disponían a vender todo lo cazado el día anterior al mercado de la gran ciudad de la que tan cerca estaban , cerca para Marco a su hermano Axel le parecía simplemente un camino horrible que nunca le gustaba recorrer es normal por el estado físico tan nefasto que tenía por culpa de su pierna que tantos problemas podía llegar a causarle , llegaron bien entrado el medio día con un sol apagado y sombrío ,como ya era una costumbre aunque el cielo encapotado por aquellas nubes de color platino tampoco eran de gran ayuda , el cielo contadas veces se veía azul plenitud, hablando de la inmensa ciudad ,sus murallas de piedra gris ,en las que se notaba un ligero esfuerzo de que llegara el color a las calles ,pero los banderines que antaño habrían iluminado aquello en estos días eran simplemente meros adornos de cuero añejo que de poco servían ya que los hermosos tintes que tenían se habían perdido por la notable falta de cuidados y ni hablemos de los comercios ellos se ceñían a grises blancos y negros parecía una pura festividad del aburrimiento según decía Axel como en sus anotaciones podemos llegar a observar.