2.

127 15 9
                                        

Fuimos a la cafetería, una que que recientemente había sido inaugurada. Tweek Bros. Coffee, tenía muy buenas reseñas en internet, así que me pareció ideal ir con este chico que apenas conocía. Podría beber un buen café (soy muy fan de esta bebida) y disfrutar de mi propia compañía en el peor de los casos, que Mike pensara que soy imbécil o ya se haya enterado de los rumores.

Entramos y pedimos un café normal para cada uno. Un chico extraño de cabello rubio y tembloroso fue quien nos atendió, nos trajo lo que pedimos enseguida y se retiró sin mirarnos. 

— Que tipo más raro. -río Mike. 

— Y que lo digas. -bebí un poco- Al menos el café está bueno. 

— Es verdad, creo que dejaré de ir a la cafetería de Benny. -Era el lugar más frecuentado por los chicos de nuestro aspecto, tenía muy buena fama con nosotros, a pesar que no nos quisieran ahí.

— Yo también. -admití.

Continuamos en silencio bebiendo y mirándonos los rostros sin decir nada, era incómodo, así que decidí romperlo con mi pregunta. 

— ¿Por qué te acercaste a mí? -se sobresaltó. No se lo esperaba al parecer- Se... sé sincero por favor. 

Dejó su taza en la mesa y tomó un semblante serio, debo confesar que me asustaba, siempre estaba alegre lo cual se me hizo raro verlo así. 

— Porque me parecías agradable. -arqueé una ceja sin creerle- Y además siempre te veía solo, no pienses que es por pena ni nada por el estilo, hace un tiempo que te había visto y me parecías genial, sólo que nunca tuve el valor de acercarme a ti. 

— ¿En serio crees que soy genial? -nunca nadie había pensado que fuese así.

— Claro. -sonrió- Tu estilo es muy cool, viejo. Aunque no fuese totalmente vampírico, me agrada. 

— Soy gótico, gracias por notarlo. -me animé a dedicarle una sonrisa también. En otras circunstancias lo habría evitado por ser un fanático de los vampiros, pero viendo la situación da igual sinceramente. No lo juzgaré por eso.

— Y bueno, también sé de los rumores sobre ti por si te lo preguntas. -abrí los ojos como platos. Vaya, que las noticias vuelan- No me importan, Pete. No creo que hayas sido capaz de hacer eso. Además viendo la reputación de esas "pasitas" seguramente lo inventaron todo para mantener su estatus. 

Estaba sorprendido. En toda la escuela nadie, absolutamente nadie había dudado de esas chicas, en cambio Mike si lo hizo. Me conmovió lo que dijo, creía que todos me veían como un monstruo y deseaban mi muerte. 

— G-gracias. -sentía ganas de llorar. Dios, que vergüenza. 

Me tapé la cara para evitar su mirada y el me tomó de la muñeca acto seguido, sorprendiéndome. 

— No te ocultes, Pete. Es normal querer llorar después de todo lo que te hicieron -me dedicó una cálida sonrisa y las lágrimas corrieron por mi rostro. El se acercó a mí y me abrazó de inmediato brindándome el consuelo que necesitaba.

Estaba abrazando a un completo extraño que recién acababa de conocer. No podía sentirme más marica, sin embargo, necesitaba que alguien creyese en mí y terminara con este sentimiento de soledad. 

Después de ese acontecimiento comenzamos a pasar más tiempo juntos, nos habíamos vuelto inseparables y empecé a confiar más en el. La gente nos miraba mal, los grupos de góticos y vampiros pensaban que éramos unos traidores y más aún porque el peliverde se juntaba conmigo, quien había sido exiliado de los góticos por los rumores. "No puedes seguir con nosotros o pensarán que somos igual que tú, es mejor que te marches y no vuelvas nunca." fue lo último que dijeron, ahora ya ni me importaban. A Mike aparentemente tampoco, ya que sólo los ignoraba. 

— No pueden obligarme a no ser amigo tuyo ni tampoco sentenciarme, ellos no tienen control sobre mi vida y si dejan de hablarme por esto, realmente nunca fueron mis amigos. -dijo serio caminando a mi lado. 

Me sentía feliz de haberme echo amigo de una persona con un corazón tan puro como él. Estaba tan agradecido. 

— ¿Sabes? Somos amigos desde hace meses y... -dudé por un segundo. El alto me miraba impaciente. 

— No te sientas presionado, dímelo cuando te sientas listo. -habló sincero acariciándome la espalda.

Cerré los ojos y lo dije. Le conté todo por lo que había vivido, el me escuchaba atento sin interrumpirme. Le hablé sobre mi depresión, mi sensación de soledad, mis crisis de ansiedad de las cuales se burlaban y debía retirarme de la escuela por eso, mis deseos de morir y llanto constante. Al decirle todo esto sentía como se liberaba un peso que tenía encima, nunca se lo había dicho a nadie.  

— Oh, Pete. -me abrazó- Lamento que hayas tenido que vivir eso tu solo y habértelo guardado por tanto tiempo. -se separó de mí y tomó mi rostro con sus manos haciendo que lo mirase a los ojos- No me separaré de ti, NUNCA y cada vez que tengas un problema acude a mí ¿De acuerdo? ¿Me lo prometes? 

— Yo... -me sonrojé. Tenía su cara tan cerca- Te lo prometo, Mike. 

— Y si llegas a tener un problema con alguien dímelo, estaré ahí para defenderte. Aunque ambos resultemos heridos. -río. 

Lo abracé. Estaba a salvo con el, quería que el también se sintiese así conmigo. Tampoco me separaré de ti, Mike Makowski y estaré ahí cuando lo necesites. Gracias, por salvarme.


And if somebody hurts you, I wanna fight.

Otro amor | Mike x Pete [Pike]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora