Almas Gemelas

Era un día normal para todos, pero para Olivia era el día en que todo lo que pensaba, se vino abajo, su madre siempre intento protegerla y ella no lo sabía hasta hoy.

Burton el hombre que tontanente creyó el amor de su vida, solo fue una mentira, y la convirtió en una víctima, ni siquiera tuvo el valor de aceptarlo.

Después estaba Elliot, sonrió con pesar, el hombre que amaba a pesar de todo y con ese pensamiento y sus ojos llenos de lagrimas fue que llego a casa de Elliot y tuvo valor suficiente para tocar su puerta, y mostrarse vulnerable en frente de él, Elliot abrió al segundo golpe.

"Tenias razón sobre todo". - dijo con su cara llena de lágrimas, el no entendía de que hablaba, solo la condujo hacía dentro.

"De que hablas". - le pregunto una vez dentro de su casa.

"Las almas gemelas... no existen". - respondió mientras lágrimas seguían cayendo por sus ojos.

"¿Por qué dices eso?". - pregunto acercándose a limpiar las lagrimas con ambos pulgares mientras dejaba sus manos descansar en sus mejillas.

"Burton, el hombre que creía mi alma gemela, solo era un depredador, que conquistaba mujeres iguales que yo para abusar de ellas".-le dijo desviando su mirada, no podía soportar el azul penetrante de sus ojos.

"¿Cómo llegaste a esa conclusión?. - pregunto, buscando su mirada.

"Él volvió a mi vida y yo lo dejé entrar como una estúpida Elliot". - le grito mientras se alejaba.

"Hey, no, no digas eso". - le respondió tratando nuevamente de acercarse, parecía que había llorado por horas, su Liv había sido lastimada, iba matar a ese imbécil.

"Yo, durante años creí que el lo era y luego..." te conocí, pensó dirigiendo su mirada hacía él.

"¿Y luego?". - preguntó Elliot.

"Resulta que no era así, solo era un abusador y yo fui su víctima". - respondió con la voz entrecortada.

"Tranquila ven acá, no estoy entendiendo, explícame por favor". - la atrajo hacía él y la abrazo.

"Me acosté con el, en que me convierte eso, la capitán de víctimas especiales, se acostó con su abusador". - le grito alejándose nuevamente.

"En un ser humano". - le respondió tratando de calmarla, ahora entendía un poco todo esto, ese imbécil, era aquel con el qué estuvo a punto de casarse, lo que no entendía es como volvió a su vida y por qué volvió a estar con él.

"En una imbécil". - le respondió ella.

"No, los seres humanos a veces cometemos errores liv, unos muy grandes". - le respondió con pesar, recordando que él también la había dañado al irse, sin decirle nada.

"Y luego tu". - continuó ella.

"Yo sé ". - respondió pensando que le iba a reclamar el haberse ido.

"No, cuando te conocí, pensé que tu eras... pero tu tenias la tuya, sollozo, Kathy por supuesto y yo, comenzó a llorar". - trataba de secar sus lágrimas pero salían más así que se detuvo de intentar secarlas y dejo que fluyeran.

"Eres mi alma gemela Liv, siempre has sido tu...". - le respondió él sincero.

"No, solo dices eso para hacerme sentir mejor, pero no es asi y no tienes que mentir". - le dijo viéndolo a la cara, la profundidad de sus ojos le dijo que no mentía.

"No estoy mintiendo, recuerdas aquella conversación de las almas gemelas, lo supe desde el primer dia en que te conocí... Eres tú". - le dijo acercándose a ella.

"No, sabes es mejor que me vaya". - dijo dirigiéndose a la puerta.

"Liv, eres mi alma gemela, siempre lo has sido". - le dijo él tratando de hacer que se quedará, tenían tanto por resolver, pero tenía que saber que era real, que la amaba.

"Pero no en este universo". - lo encaró ella, rompiendole el corazón con aquellas palabras de esa estúpida carta.

"Liv". - le advirtió él.

"En uno paralelo, no es eso lo que decía". - continuó.

"Olvida esa maldita carta, yo, no es lo que quería decir, ni si quiera se porque te la dí, yo... "

"¿Qué, ahora quieres intentarlo?". - le respondió ella irónicamente.

"¿Quiero lo que tu quieras? ¿Qué quieres?". - le dijo tomando sus manos.

"Yo quiero... Irme seria lo mejor".- respondió.

"Ok". - respondió aceptando su decisión.

"Pero no es lo que quiero". - le respondió viéndolo a los ojos.

"¿Y qué quieres?. - preguntó él.

" A ti...". - con esto último se abalanzó sobre él, lo tomó por sorpresa, pero después de unos segundos, comenzaron a besarse apasionadamente, ella envolvió sus piernas en sus caderas y él comenzó a caminar hacía su habitación con ella en brazos, iba a borrar cualquier rastro de ese imbécil, le iba a mostrar cuanto la amaba y nunca, nunca más iba a permitir que nadie más la dañara, ni si quiera el mismo.

Después de hacer el amor y estar envueltos en el otro, sudados y extasiados, el continuaba adorando su cuerpo, recorriendolo con besos y repitiendole cuanto la amaba, ella estaba en el paraíso o muy cercano a él y no quería jamás salir de allí.

"Te amo Olivia". - le dijo mientras depositaba un beso en sus labios.

"Yo tambien te amo Elliot". - respondió antes de aceptar su beso y fundirse de nuevo en sus brazos.

Fin.

P. D. La imagen de arriba simplemente me inspiró, pero no recuerdo de quien es... 🙃