Varios tonos adornaban aquél atardecer, cubriendo de su cálido manto, los frondosos y apasivos árboles, brotando de sus angostas ramas, el dulce fruto de las pequeñas y pálidas begonias, sacudiendo suavemente sus delicados pétalos, por el relajante y tranquilizador viento, con un clima fresco y apaciguador, dando así un hermoso paisaje que abarcaba toda la gran ciudad de San Fransokyo. Bajo la sombra de una amplia y extravagante Begonia, lloraba bajo silencio, cubriendo bajo sus manos, el sollozante rostro, mientras veía en aquella lápida, una y otra vez, ese nombre que tanto recordaba con ímpetu, que nunca se borraría de su mente, desde aquel trágico accidente, que lo arrebató de su lado, a ese ser que tanto tiempo su cariño le había dado, y sobretodo, su corazón quien había despertado dentro de él, algo que no había sentido nunca por ninguna otra persona, algo que dentro de su interior significaba una señal de ese lazo que había unido su alma con la de esa persona tan especial, que cambió su vida por completo.
"¿Porqué te has ido?"
Era el único susurro que brotaba de los pequeños y delgados labios del pequeño azabache, rondando de sus mejillas, un mar de lágrimas que no lograba contener, a medida de que los segundos pasaban, y seguía el silencio presente en aquel lugar.
"¿Porqué te has ido? ¿Porqué me has dejado?"
Susurraba una y otra vez, sintiendo que su cuerpo temblaba al oír aquellas palabras que el mismo decía, sabiendo que no iba a recibir una respuesta, y aun siguiera preguntando al vacío, a la nada, nunca recibiría una respuesta.
•••
Acostado en la cama, miraba el techo perdidamente hundido en la profunda culpa, mientras rondaban de sus mejillas inevitables lágrimas de tristeza y sufrimiento, dejando escapar suspiros silenciosos que su corazón no podía ya guardarse, esperando una respuesta para acabar así, el punzante dolor que corría bajo su pecho, con aquella idea que tanto destrozaba su ser, al abstenerse
al hecho de que ya no volvería más, ni regresaría de aquella muerte, su hermano mayor."Solo quiero acabar con esto, ya no quiero seguir viviendo y saber toda la vida que él ya no está, solo.......quiero acabar con este sufrimiento....para siempre"
En ese momento, dejó de llorar, con un brillo ligero que contrastaba el color de sus ojos, quedando por un momento sin moverse, dejando esbozar una pequeña sonrisa, que a la vez se hacía oscura, levantándose rápidamente de la cama, dejando revueltas las sábanas, con la mirada fija en una pequeña navajilla, sonriendo a la vez, estremeciéndose ligeramente, volviendo a mirarse a un espejo frente a frente, con el cabello alborotado y una cara bastante temerosa y al mismo tiempo, con una mirada llena de locura.
"¡Ya sé que es lo que voy a hacer!"
Soltando así ante la idea, una risa bastantemente fuerte, llena de locura y psicopatía; mientras el viento dejaba caer una foto con la que había marcado con rojo, a él mismo con una cruz, sonriente y alegre, con la que estaba junto a su hermano mayor, junto al bote de basura de la mesita del estante.
•••
Llegó aquel día que tanto había anhelado para cumplir así, el propósito de su plan, esperando la hora para realizar al fin su pensamiento algo tenso y tal vez, trágico; para ese entonces, daría fin a su largo y profundo sufrimiento.
La tía Cass había salido aquella tarde a una cita, ya que su cafetería había tenido ya varios clientes, y quería hacer una remodelación, para así, tener algo más presentable y nuevo, decidiendo ir a comprar algunas cosas para comenzar a arreglar el café, dejando solo al pequeño Hamada en la casa.

ESTÁS LEYENDO
Caminos Inesperados [Reeditando La Historia ]
Разное[Reeditando toda la Historia] esta será mi primer novela de Hidashi, mi pareja favorita, aún está en edición, así que me gustaría que me pudieran apoyar regalándome un voto y comentando qué les parece mi novela, gracias ♥.