A veces me pregunto, ¿Qué habría en el otro lado del mundo? ¿Será tan tranquilo y hermoso como me lo han dicho? ¿Acaso encontraré algo que valga la pena quedarse?, eso es la duda que siempre ronda en mi cabeza, no paraba de pensar si en verdad iba a cambiar mi vida, e incluso dudo que así fuera....¿Y si algo saliera mal? ¿Qué podría hacer? ¿Cómo lo resolvería?, ya no se que decir.....no debería ir....aunque....algo dentro de mi, siente que.....si llegara ese momento....tal vez cambiará mi destino...
Su mente estaba intranquila, no dejaba de dudar si en aquel mundo podía encajar y haber algo que lo hiciera cambiar de parecer de lo contrario a lo que imaginaba, daba vueltas y vueltas, caminando de un lado a otro sin parar, mientras sus pequeñas y pálidas manos acariciaban al paso las blancas y estrechas paredes del templo, caminando sobre el suave y relajante suelo blanquino y suave, que contrastaba cómoda y pacíficamente en ese lugar. Debía encontrar la respuesta, debía entender el nuevo mundo que debía conocer, antes de que llegara su momento. Sin tener una respuesta, ahogó un gemido de frustración y desesperación, tal y como imaginó, debía esperar hasta llegar ahí. Desde el centro de aquel lugar, se podía divisar el hermoso manto cubierto de hermosas y destellantes centellas, esas pequeñas bolas de fuego que se podían observar a kilómetros, dando así un extraordinario paisaje que regalaba el "Nocturno".
El pequeño ser miraba tranquilamente el hermoso jardín, con el verde y largo pasto, cubriendo algunas imperfecciones y algunas malezas que crecían por ahí, con algunos arbustillos rodeando el dicho espacio y decorado de bellas y blancas flores que brotaban al haz de la luz, pura y limpia, dando así, un paisaje calmado y lleno de paz. Escapa unos pequeños suspiros de los finos labios del chiquillo, mientras deja que su olfato deja llevarse por la tranquilidad, aspirando profundamente el suave perfume del húmedo y relajante césped, para poder tenerlo grabado en su memoria, y dejarse guiar por el sonido del suave y melódico canto que le regalaban los pequeños y traviesos colibríes, revoloteando al rededor de los árboles, refrescándose levemente en la suave y amigable brisa que le proporcionaba el aire, el principal gobernante del lugar.
" Debemos irnos....ya es hora.....", mencionaba al aludido, tomando su mano con amabilidad, ayudándolo a poder levantarse, sacudiendo cariñosamente el polen que habían esparcido las flores
"Espero....y sea algo bueno....", murmuraba bajamente, caminando hacia donde debían ir, "No te preocupes....verás que pronto vas a poder comenzar un buen camino....", sonreía ampliamente, subiendo las escaleras, "Espero que así sea.....", suspiró vagamente, yendo detrás de él.
Llegando a un nuevo lugar, se había quedado sin palabras, observando las columnas que sostenían aquel establecimiento, talladas en piedra blanca y marfil, iluminadas por la luz del sol, filtrándose en una de las ventanas que asomaba el techo de esta, las paredes y todo lo que decoraba aquel dichoso templo, estaba totalmente blanco, con algunas partes azuladas que daban un toque de estilo y vida."....puedes ir a donde te marque tu destino....", hablaba solemnemente, deteniéndose frente a un portal, parecido a un marco de flores, con corazones alrededor de este, con un poder muy fuerte en ellas.
"Destino....ahí voy...", respiré profundamente, acercándome al portal lentamente, ahora, todo lo que iba a suceder, estaba a punto de cumplirse, doblé un poco las piernas, sin antes mirando detrás de mí por última vez mi hogar, tomé impulso y salté al portal, dejando todo lo que había vivido, hasta llegar al final de el camino.
...
[En otro lado]
-¿Estás segura de lo que has dicho?-La miraba detenidamente, aún incrédulo de lo que había dicho.
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Caminos Inesperados [Reeditando La Historia ]
De Todo[Reeditando toda la Historia] esta será mi primer novela de Hidashi, mi pareja favorita, aún está en edición, así que me gustaría que me pudieran apoyar regalándome un voto y comentando qué les parece mi novela, gracias ♥.