☂︎𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 07☂︎

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— ¡WuaAaAaA! *sollozos*

— ¡México ayúdame!

— ¡Bolivia está igual!

— ¡Pero si ya comieron, les cambiamos el pañal y durmieron! ¿¡Qué tienen!?

Los pondré en contexto, al día siguiente, (digo así por que los chicos más los bebés durmieron hasta el día siguiente) los bebés despertaron a los mayores a llantos.

Los tres latinos les dieron todo lo que un bebé requería pero no había caso, seguían llorando sin consuelo, no sabía que era lo que tenían. Al igual que los llantos de dos bebés era insoportable.

— ¿Y si los llevamos con OMS? ¿Creen que sepa que tienen?.—dijo Chile algo cansado teniendo en brazos al bebé Perú que seguía con su llanto incontrolable.

— Creo que será lo mejor...vamos al auto...—dijo Mex tomando un bolso.

(...)

OMS se encontraba tranquilamente acomodaron unas cajas de pastillas, pero su momento de tranquilidad se vería interrumpido por el bullicioso llanto de dos retoños.

— ¡OMS! ¿Estas ocupado?—dijo Mex entrando a la oficina seguido de los otros dos con los pequeños.

(No guys, go ahead...Why do babies cry?) No chicos, adelante...¿Por qué lloran los bebés?—preguntó curioso.

— Eso queríamos saber...no han dejado de llorar desde que despertaron, ya les dimos de comer, les cambiamos el pañal y tomaron la siesta...¿Los podes revisar?—dijo Arge.

(Sure, leave them on the gurney and I'll take care of it.) Claro que si, dejenlos en la camilla y yo me encargo.—dijo amablemente.

La organización de la salud revisaba con calma a los bebés, en pocos minutos supo que sucedía.

— ¿Sabes que es lo que tienen?—preguntó Mex.

(It's nothing serious guys, apparently the little ones are growing a little fast and their first teeth are coming out, that's why their gums are bothering them, that's why they cry.) No es nada grave chicos, al parecer los pequeños crecen algo rápido y ya les están saliendo sus primeros dientes, eso provoca que sus encías molesten, por eso lloran.

— AhHhH...

— ¿Y cómo les calmamos ese dolor?

(There are some toys for that, also that bite an ice is useful.) Hay unos juguetes para eso, también que muerdan un hielo sirve.

— Gracias OMS.—los chicos agradecieron, tomaron a los críos que se habían dormido por milagro de OMS, se despidieron y se fueron.

(...)

Cuando los retoños despertaron habían vuelto a llorar por el dolor de las encías pero esta vez los chicos estaban listos para eso, les dieron un hielo para que lo mordieran, por suerte funcionó.

Los dejaron en la alfombra para que convivan y se lleven mejor mientras ellos hacían un poco del papeleo de su país y de paso del de los bebés.

Bolivia estaba tranquilo mordiendo el hielo mientras veía a todos lados, sin notar que una bolita iba gateando hacia él.

Perú se iba acercando lentamente hacia el pequeño boliviano, llevaba el hielo en la boca para que no se ensuciara, cuando estaba detrás de Bolivia, se lanzó derribando el pequeño cuerpo al suelo.

— ¡Buu!—chilló.

— ¡Pelú!—le reclamó el bebé.

Se pusieron a jugar a las peleitas, se daban pequeños empujones ya que no tenían mucha fuerza, los cojines que habían alrededor de ellos en la alfombra no ayudaban mucho, iban se aquí para allá persiguiendose gateando entre risas.

Podría decirse que ya se soportaban más, aunque sea peleando pero al menos no se jaloneaban el cabello hasta que uno llorara.

Ambos bebés gatearon hasta la cocina, al entrar quedaron sorprendidos al ver tantos artículos y cosas llamativas para ellos.

Avanzaron viendo hacia arriba todo lo que había, por suerte todo lo que era vidrio estaba muy alto para su alcance. Los mayores algo tenían que hacer bien ¿No?.

— ¡Eh! ¡Bah! ¡Eh!—Bolivia empezó a señalar algo que le llamó la atención, Perú al ver que era, ambos se acercaron.

(...)

— ¡Yo había dejado a los chamacos aquí! ¿¡Okey!?—gritó el mexicano señalando la alfombra ante las miradas asesinas de sus amigos.

— ¿Entonces dónde cresta se metieron?—preguntó Chile viendo detrás del sillón.

— ¡Che! Creo que ya los encontré...—mencionó el argentino desde la cocina.

Los otros fueron y quedaron con la boca abierta al ver.

Ambos bebés estaban completamente cubiertos de harina, el piso de la cocina el cual era gris, estaba todo blanco por la harina esparramada, el saco de harina estaba en la cabeza de Perú que lo usaba de sombrero.

— Es todo, chao.—el chileno se dió vuelta tomó su celular y su polerón, estaba a punto de cruzar la puerta para irse pero el argentino alcanzó a detenerlo.

Mex por otro lado, riendo un poco por lo tierno que se veían, levantó a ambos bebés del suelo que a su parecer se llevaban mejor, y los llevó al baño, hoy se bañan los retoños.

♡Chiquitos de nuevo♡✔︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora