Teaching Feeling: El Despertar(fanfic) parte 3

CAPÍTULO 222 LA IRA DEL GRAN MAESTRO

Siendo un experto Xuan Divino Supremo, el Sexto Anciano era mucho más fuerte que cualquier miembro de la Familia Jun, por lo tanto, si Jun
Moxie exponía sus habilidades reales y únicas, entonces era muy posible que el Sexto Anciano no se reprimiera por segunda vez. Por lo tanto, Jun
Moxie decidió no utilizar sus habilidades para sanar su cuerpo desde el interior, y deliberadamente permitió que su nariz sangrara.
El Sexto Anciano aún estaba un poco desconcertado incluso entonces, ¿Ah? Exclamó ligeramente mientras finalmente abría los ojos y estudiaba el
cuerpo de Jun Moxie por un momento, asentía con la cabeza y luego decía: ¡Eso está bien!
El Sexto Anciano siempre se había portado con el respeto propio de un experto Xuan Divino Supremo, y por lo tanto no atacó a Jun Moxie por
segunda vez. Aunque estaba bastante sorprendido por la fuerza del joven maestro Jun, pero consideró que no sería muy elegante de su parte
atacar a un joven experto Xuan Oro una y otra vez.
El Asesino Jun se burló, se limpió la sangre de la cara y luego se burló: ¡La fuerza Xuan Divino Supremo del anciano es de hecho muy dominante!
Estas palabras habrían aparecido como un elogio sincero si las hubiera dicho al resultar gravemente herido por este ataque, sin embargo, dado
que pudo resistir el ataque de un experto Xuan Divino Supremo a pesar de su bajo nivel de Xuan Qi, esta frase dio la impresión de una ¡burla
irónica porque solo había sufrido heridas leves!
Aunque el Sexto Anciano solo ocupo una fracción de su verdadera fuerza mientras lo atacaba, pero un experto Xuan Divino Supremo sigue siendo
un experto Xuan Divino Supremo, lo que significaba que todavía habría sido imposible que un experto Xuan Oro resistiera la fuerza de su ataque.
Bajo circunstancias normales. ¡Habiendo dicho eso, habría sido imposible para el Joven Maestro Jun resistir este ataque si no hubiera sido por los
misteriosos y únicos poderes que apoyaban su cuerpo!
¡Ten misericordia Sexto Anciano! La mente de Mu Xuetong ya había empezado a contemplar medidas para manipular al Sexto Anciano y salir de la
residencia Jun. Por lo tanto, Mu Xuetong no pudo evitar suplicar clemencia en el momento en que el Sexto Anciano lanzó un ataque eléctrico hacia
Jun Moxie.
Sexto Anciano, ¿puedo atreverme a preguntarle el significado de esto? Jun Wuyi alzó las cejas mientras preguntaba con voz severa. Incluso cuando
el opresor era un experto Xuan Espiritu, ¡Jun Wuyi no iba a tolerar ver a su sobrino siendo intimidado delante de sus propios ojos! ¿No me digas
que atacar a los más pequeños de esta manera es el comportamiento normal de un Anciano Xuan Divino Supremo de la Ciudad Ventisca Plateada?
No, pero solo estaba indicando la diferencia de la posición de la Familia Jun y la Ciudad Ventisca Plateada; ¡si su familia nos causa problemas,
entonces tendrá que pagar el precio correspondiente!

A pesar de que el Sexto Anciano dijo estas palabras de una manera muy casual mientras miraba en dirección a Jun Moxie, el significado real detrás
de sus palabras era obviamente insoportable e irrazonable: Este muchacho se atrevió a hablar tan groseramente con este Anciano, por
consiguiente, ¡este Anciano obviamente sintió que ganas de disciplinarlo una o dos veces a cambio! En caso de que se encontrara con un experto
poco razonable, esas palabras podrían haber atraído fácilmente su muerte, mientras que las intenciones de este Viejo, por otro lado, eran puras y
buenas, ya que solo hice lo suficiente como para confundir su cabeza un poco. ¡Un poco de sangre en lugar de matarlo instantáneamente en el
acto! ¡Por lo que respecta a la conducta de mi familia, la Familia Jun no está lo suficientemente calificada para recibir mi comentario sobre tal
pregunta!
El cuerpo de Jun Wuyi tembló de ira: ¿Qué esperas que hagamos cuando culpas a la Familia Jun por actos tan ilícitos? ¿Qué tienes que decir sobre
ese Sexto Anciano? ¡Mi familia nunca se sentirá tan avergonzada! ¡Hoy tu Ciudad Ventisca Plateada tendrá que darle una respuesta a mi Familia
Jun!
El Sexto Anciano respondió pausadamente: Si los descendientes de mi Familia Xiao se encuentran en un accidente que involucre a la familia Jun
una vez más, entonces ¡esto es lo que enfrentarán los descendientes de la Familia Jun! Ese fue mi motivo; ¿estarías en desacuerdo conmigo?
Bueno, la Familia Jun de todos modos solo tiene un heredero en su joven generación, ¡así que tampoco será un gran problema!
En cuanto a las respuestas que buscas, ha ha…¿Realmente crees que te daré una?
Las tiranías de sus intenciones autoritarias fluían sin control en este momento.
El viento produjo un silbido cuando un anciano de pelo blanco voló al patio llevando a una niña en sus brazos, pero inmediatamente se calmó al
ver al Sexto Anciano y los demás sentados juntos, y tomando té. Parece que las cosas aún no se han salido de control. Todavía no han provocado la
tiranía de su ira todavía.
¿Qué te hace venir aquí, Tercer Hermano?, Preguntó el Sexto Anciano con sentimiento de arrepentimiento en su corazón ya que acababa de atacar
a Jun Moxie; a pesar de que fue solo un ataque muy ligero. No podré atacar a nadie en la Familia Jun ahora que el Tercer Hermano ha llegado…El
Maestro fue muy claro sobre este tema antes de que dejáramos la Ciudad Ventisca Plateada. Sin embargo, su mente también estaba un poco
confundida; El Tercer Hermano había decidido dividir las fuerzas, ¿no? Entonces, ¿por qué decidió repentinamente alterar las cosas?
El Tercer Anciano ni siquiera había tenido tiempo de responder cuando una voz resonó: ¡Maldita sea, el enano sorbiendo té que acaba de
interrumpir mi práctica va a ser un desgraciado bastardo!
¿Quién fue ese? ¿Cómo te atreves a hablar tan groseramente con este Anciano? ¡Incluso tu cadáver no sobrevivirá después de que este viejo
hombre termine contigo! El Sexto Anciano inmediatamente respondió en respuesta al escuchar ese agudo comentario sin siquiera preocuparse dos
veces por provocar una pelea.
Sin embargo, ¡se arrepintió de su decisión muy pronto! ¡Porque esta era una pelea que simplemente no podía permitirse provocar!