『 Final.』

510 52 38
                                    

—¿Cómo esta Sunoo? —cuestiono cuando vio a la señora Kim bajar por las escaleras

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Cómo esta Sunoo? —cuestiono cuando vio a la señora Kim bajar por las escaleras. 

Jay había recorrido cada una de las habitaciones de la casa de Yoshi, y la madre de Sunoo mando a policías para poder denunciar a aquella persona por difamación.

Resultaba que Yoshi venía de una familia realmente peligrosa en Japón, y aunque sus padres habían sido arrestados, había podido emigrar nuevamente a Corea. Donde puso en marcha su plan, con el dinero que sus padres habían dejado en la cuenta de emergencia.

—Tranquilo, Seong-ie —pronunció la madre con tranquilidad. — estará bien, fueron pastillas para dormir lo que le dieron, así que se repondrá. El doctor dijo que estará bien... posiblemente no despierte hasta mañana, así que ve a casa...

—yo... ¿podría quedarme aquí? —su voz tembló gracias a la duda. 

—si así te sientes más tranquilo estará bien, pero primero deberás tomar una ducha... eso te ayudará a estar más calmado ¿está bien?, prepararé algo para que comas después de ducharte...

—gracias...

No hacía falta que le guiaran hasta el baño, conocía esa casa como la palma de su mano. Entro a la ducha luego de tomar ropa suya del cuarto de invitados. 

Comenzó a relajarse de a poco cuando el agua cálida tocaba su cuerpo, sintiéndose tranquilo y reconfortado, amaba ese tipo de sensaciones, aun así las lagrimas de culpabilidad cayeron por su rostro.

Después de tanto tiempo se había permitido llorar. Siempre fue consciente de que llorar no resolvía nada de su vida, y que era mejor aguantar todo lo posible, hasta que el problema estuviera resuelto.

No había nada solucionado, o no para él. Pero le dolía en demasía, ya no podría aguantarlo por mucho tiempo más.

Le dolía como nunca imagino que una herida interna, dolería. 

Una vez su llanto cesó, pudo bajar a la cocina, donde la señora Kim le sonrió delicadamente.

—puedes comer en el cuarto de Sunoo, supongo que quieres estar al tanto de como esta ¿no es así? —Jay asintió tomando la cálida sopa que la señora Kim había preparado.

También al oler aquella comida, pudo sentir como su estomago rugía, pues durante esos días solo había tomado bebidas energéticas y alguna que otra barra.

Al entrar al cuarto de Sunoo, se sorprendió al verlo postrado al lado de la ventana, comiendo también de la misma sopa que la madre de Sunoo había preparado

—Sunoo... ¿Cuándo despertaste? 

—desde que se fue el doctor, solo que mamá me dijo que quería que te relajarás antes de hablar... —Sonrió con desanimo. — ven aquí... —pidió mientras que Jay se acercaba al chico.

¡Deja de molestarme! (JayNoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora