Metamorfosis al amanecer - Larry Stylinson (OS)

Metamorfosis al amanecer.

Mierda ¿Dónde se había metido? Ya anocheció y Gassi no está en ninguna parte de la casa. Mi gato solía esconderse siempre en los armarios o debajo de alguna cama, pero esta vez no aparecía.

Espero que no haya salido. Pues, las criaturas del bosque podrían hacerle daño.

Cada noche los animales del bosque se transformaban en humanos... o al menos eso aparentaban. Se decía que habitaban las criaturas más peligrosas. Todos esos animales que de día parecían dulces e inofensivos, de noche se transformaban en feroces bestias. Jamás conocí la noche. Siempre debo encerrarme en mi casa. de noche siempre me gustó mirar por la ventana de mi habitación la luna e imaginarme qué se sentirá la brisa nocturna.

Entonces lo vi, del lado exterior de la ventana estaba Gassi. Se encontraba tranquilamente sentado, lamiendo una de sus patas. Abrí la ventana en un intento de agarrarlo, pero se escurrió de mis manos y huyó hacia el bosque. Salí corriendo por las escaleras y mi madre me detuvo llegando a la puerta.

- ¡Louis! ¿A dónde crees que vas?

-Se escapó Gassi.

-Es peligroso.

-Pero no puedo dejarlo ahí afuera-dije y salí al exterior haciendo caso omiso a los gritos de mi madre.

Con algo de temor me dirigí hacia donde corrió Gassi. Cualquier mínimo ruido ponía alerta todos mis sentidos. Llamé por su nombre y escuché sus maullidos entre la oscuridad del bosque.

Distinguí sus brillantes orbes entre los arbusto y me acerqué lentamente.

-Te tengo-dije cuando lo tomé entre mis manos.

Me sentí aliviado, pero duró sólo un momento. Algo pasó corriendo velozmente a mi lado, el susto me hizo soltar al gato, y éste volvió a huir.

Caminé algunos pasos más con el corazón latiéndome en la garganta. Una silueta se posó frente a mí y entre sus manos se encontraba Gassi. Por un momento pensé que hasta aquí había llegado, esto se estaba volviendo demasiado peligroso. Pero el miedo me tenía paralizado y no me permitía mover las piernas. Comenzó a acercarse hacia mí y pude verlo con claridad. Su rostro era celestial, casi rozando la perfección... no podía ser un monstruo. Me llevaba bastante en altura, como una cabeza y media.

- ¿Es tuyo?-me preguntó con su voz ronca. Gassi aún seguía entre sus brazos como si aquel lugar se tratara del más cómodo del mundo.

-S-sí-respondí algo nervioso.

Lo extendió hacia mí. Me acerqué cautelosamente y lo tomé rápido. Me aferré a él, no iba a escapar de nuevo.

- ¿Qué haces aquí? Es peligroso-dije todavía algo confundido por la presencia de aquel muchacho.

Pude ver como su expresión cambiaba.

-Salí a caminar y estoy volviendo a casa.

-Entonces debes apurarte. No querrás que nada malo te pase.

-No tengo miedo. No siempre todo lo que se dice es cierto.

-Lo que digas... yo me iré a mi casa-me di la vuelta pero su voz me detuvo.

- ¡Espera! ¿Cómo te llamas?

-Soy Louis, ¿y tú?

-Me llamo... Harry. Puedo acompañarte si quieres.

-No es necesario.

-Vamos, juntos será más difícil que algo nos pase.

Sonaba un poco idiota, ya que si querían hacernos daño lo harían igual, pero había algo en él que me hacía sentir seguro.