𝗝𝗡𝗦» ¿Le gustó a Jisoo que el encierro con su familia incluía a una persona que la ponía nerviosa como ninguna otra? ¡No!
¿Iba a cambiar de opinión? Absolutamente no, de ninguna manera, o... ¿tal vez?
→ 𝐃𝐚𝐭𝐨𝐬;
❀; | Versátiles¡!
→ (Créditos...
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Jisoo se sentó en la cama.
Una distracción, eso era lo que necesitaba.
Algo para sacarla de la cabeza antes de tener que bajar a cenar. Podría bajar al sótano e intentar ver a Sehun jugar videojuegos. Pero alrededor de ese tiempo, Jennie probablemente todavía estaba ahí abajo haciendo ejercicio, y Jennie no era a quien quería ver ahora. Jisoo tomó su teléfono.
Después de varios tonos, respondió su hermana.
—¿No hablamos el otro día?— Preguntó Karina.
Jisoo se echó a reír, se recostó en la cama y puso el teléfono en el altavoz, feliz de escuchar la voz franca de Karina. —Lo sé, estoy aburrida en este momento. Sólo dime qué han estado haciendo tú y Winter.
Escuchó y se rió de la historia de Karina sobre intentar hacer pan con Winter. La compañera de piso de Winter, Lia, tenía un entrante de masa madre y una receta. Winter había dicho algo estúpido sobre cómo Karina debía dejar que ella lo manejara, y Karina decidió que, dado que tenían un horno doble, cada una debería hacer su propio pan.
Pero como ninguna de las dos había horneado pan antes, intentaron tomar atajos. Winter no amasaba adecuadamente o no dejaba que se elevara el tiempo suficiente y Karina pensó que podía aumentar la temperatura del horno y hornearlo en menos tiempo. Ninguno de sus esfuerzos había sido satisfactoriamente comestible.
—Está bien, ahora que te has reído, dime qué está pasando.
Jisoo respiró hondo. Karina puede que no se parezca a su madre, pero era igual de perceptiva.
—Salí del armario con mamá.
—¡Ya era hora, maldita sea!—, gritó Karina, y luego se rió maniáticamente, como si lo hubiera sabido todo el tiempo.
—Karina—, siseó Jisoo, volviendo los ojos hacia la puerta del baño que había dejado abierta. No venía luz de allí, así que pensó que Jennie todavía estaba abajo. —¿Cómo supiste?
—Solo hablas de esa chica Jennie cada vez que hablamos por teléfono. Tu frustración con ella rezuma tensión sexual. Por favor, promete no follarla en la alfombra de mi habitación. Me encanta esa alfombra y no quiero pensar en ella goteando...
—¡Karina, detente! Y no, esto no se trata de ella—, exclamó Jisoo, sonrojándose mucho ahora que la imagen del sexo con Jennie había venido a su mente. Y luego un pequeño rayo de miedo la atravesó.
¿Primero su mamá y ahora su hermana?
Su hermana que nunca la había visto junto a Jennie.
¿Qué tan obvia había sido ella? ¿Podrían percibirlo sus hermanos también?
Hubo un largo silencio. —Está bien, rebobinemos. ¿Te expusiste con mamá?
