dos

208 27 19
                                    

Habían pasado muchas cosas, y no todas eran buenas.

Erwin había perdido parte de su brazo, y cuando eso sucedió, Levi experimentó los mismos sentimientos de miedo y alivio. Por un momento pensó que lo había perdido, pensó que Erwin no llegaría con vida, y cuando lo vio llegar en uno de los carros atados a los caballos se quedó paralizado, vio a Erwin bañado en sangre y sin un brazo, era obvio que se iba a preocupar. Le temblaban demasiado las manos, se había quedado con él todo el día, no despertaba, estaba vivo, pero inconsciente, Levi se sentó en una silla al lado de la cama, esperando que abriera los ojos.

—Por favor deja de salir, deja de salir, cada día que pasa es un puto infierno creer que te vas a morir. No sé si me estás escuchando, no tengo ni idea, pero por favor para, esto te está matando. esto nos está haciendo daño a los dos.

Silencio, sin respuesta de Erwin.

Levi soltó una lágrima y se abrió camino por su barbilla hasta caer sobre su regazo.— Hange dijo que te despertarías, pero ya han pasado dos días. No sé si debo preocuparme o si es normal, realmente no sé qué hacer, solo… solo tengo miedo de perderte— De nuevo el mismo silencio, su labio inferior comenzó a temblar. —Por favor dime algo.

—Soñé contigo.

Y fue en ese mismo momento que miró a Erwin y sonrió, no podía creerlo, pues podía creerlo, eso significaba que Erwin lo había escuchado, había escuchado su confesión.

—Soñé que éramos viejos y vivíamos en el bosque, cerca de un río.

—Cuéntame más— Levi acercó la silla a la cama y se sentó más cerca de él, iba a aprovechar ese momento.

—Teníamos dos hijos, o algo así como dos niños, eran dos jóvenes, pero el sueño no era del todo hermoso.

—¿Por qué no? Hasta ahora suena muy hermoso.

—Estabas herido, tenías más cicatrices que ahora y eran más graves, y yo... no podía tocarte, gracias por despertarme, pensé que nunca más saldría de allí.

Levi se quedó en silencio sintiendo un nudo en la garganta, Erwin no solo sufría en la vida real, también sufría en sus sueños.

—Dime... ¿cómo has estado? ¿Comiste algo?

—Erwin, debes estar bromeando, perdiste un brazo, casi mueres y todavía me preguntas si comí algo?—Su voz se estaba quebrando. —¡Casi te pierdo!— exclamó con los ojos llorosos.

—Preferiría haber muerto antes de que te pasara algo.

—¿Y cómo crees que estaría yo? ¿Feliz saltando de un lugar a otro tirando flores? ¡Toda esta mierda nos afecta a los dos! ¡Este maldito plan de ir a ese maldito sótano te está consumiendo!— Levi comenzó a sollozar, levantándose de su silla para ir a la pequeña mesa a unos metros de distancia y agarrar un pañuelo para secarse las lágrimas.

Ambos permanecieron en silencio, no había silencio del todo porque Levi estaba tratando de calmar su pequeño llanto.

—Levi... Yo... Lo siento, pero realmente necesito saber qué hay allí, y esto también es muy difícil para mí, porque estoy realmente asustado.

—Yo también tengo miedo—Levi se dio la vuelta y caminó hacia la cama, poniéndose en cuclillas junto a Erwin. —Por favor, tómate un tiempo, no te digo para siempre, pero aunque sea por un tiempo. Espera, no es necesario que me respondas ahora, tómate tu tiempo…

Y antes de que siguiera insistiendo, Erwin lo interrumpió.

—Levi, ¿quieres casarte conmigo?

Levi se quedó en silencio tratando de analizar la pregunta, ¿realmente le había dicho aquello? 

Todo Lo Que Quiero | eruriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora