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XXIII: Idiot

Ni siquiera supe que decir cuando entre al auto porque la cara de Hendery era un total poema que en ese instante no podía descifrar más encima se había comportado de una manera que no le correspondía, así que de igual forma no dijo nada y se dispuso a conducir a casa pero un par de calles antes de llegar a esta se detuvo y al fin habló

- Así qué apenas regresa caes ante el mire que sus padres me lo mencionaron pero no creí que sería más que una exageración de parte de ellos, veo que te interesan los de clase baja? Algún tipo de fetiche?

- Qué te interesa, por qué te comportaste de ese modo? Me hiciste daño y claramente sabes que lo que sucede entre ambos es simplemente carnal

- Ahora entiendo porque te has puesto hoy de esa manera y porque fuiste tu quien inició el beso, fue porque el fue a verte no es así? No eres más que un simple arrastrado por un patético hombre como lo es el - termino de decir mientras comenzaba a besarme y yo simplemente me quedé ahí estático en mi lugar llorando porque me dolía de sobremanera el saber que me había comportado de ese modo y el que yo quisiera volver a Jeno fuera la peor de mis decisiones - Ya deja de llorar no era esto lo que querías?

Realmente el poder de las palabras es demasiado fuerte más cuando son negativas, es irónico porque cuando nos hacen cumplidos y dicen que merecemos lo que obtenemos lo negamos rotundamente más sin embargo cuando nos hablan mal y critican de forma despectiva lo creemos al instante, vaya lógica la de los seres humanos. Porque cada vez que sus padres decían que no debía estar con Jeno y era un chico de clase baja y familia repudiada por la suya se sentía de una manera que no podía descifrar pero sabía que dolía en demasía. Como ahora que Hendery le dijo que se arrastraba por alguien como lo era Jeno pero, qué era realmente Jeno?
Porque para él era la mejor peor decisión tomada en su vida, haberle besado por primera vez en aquel baño de una casa a la que nunca hubiera entrado, aquella vez que le invitó una leche, aquella vez que lo invitó a comer pero sobre todo aquella vez que le miró por primera vez y conectó con esos hermosos ojos negros que le cautivaron sin siquiera quererlo

- N-no s-sueltame ya - le ordené pero hizo caso omiso a mi petición y siguió el beso que se había tornado agresivo y sus manos comenzaron a viajar por todo mi cuerpo hasta llegar adentro de mis pantalones acariciando por encima de mi ropa interior

- Lo ves? No eres más que un simple mmm cual seria la mejor palabra? Arrastrado eso, por un hombre que te dé cariño y disfrutas de esto - dijo y tomó mi rostro teniendo su mirada fija en mi obligándome a hacer lo mismo

- No no quiero, ya dejame - dije pero cuando el me estímulo no pude evitar soltar un suspiro pues no era de piedra y quizás tenía miedo y me sentía humillado de la peor manera por sus hirientes palabras

- Por qué sigues negándolo?

- Que me sueltes maldita sea - dije y lo golpeé tratando de abrir la puerta del auto

- De verdad me crees tan estúpido?

- Abre la maldita puerta o le diré todo a mis padres

- Crees que van a creerte después de lo que hiciste?

- Abreme ya, quiero salir! - dije y golpeé el vidrio demasiado fuerte que este se rompió y me aleje de inmediato pero algunos cristales pequeños aterrizaron en mi rostro causando leves heridas que empezaron a doler en ese instante

- Mierda Jaemin mira lo que has provocado, le diré a tus padres - dijo y se desabrocho el cinturón para bajar del auto por lo que rápidamente baje antes que el y corrí a mi casa

Una vez más alguien en quien confiaba había sacado provecho de su ingenuidad, tal vez sus padres siempre habían tenido razón

El miedo que sentía era demasiado similar a aquella ocasión en Francia que fue disfrazada de amor, a aquella vez en el departamento del hijo de los Tuan, aquellas veces que fue abofeteado por sus padres. Porque muy dentro de él el deseo de reprimir y bloquear todos los recuerdos que dolían era demasiado grande al punto de querer dormir para siempre pues es el único momento en el que no piensas en lo que pasa a tu alrededor, el único momento en que estás vivo pero no consciente y es demasiado genial porque incluso puedes imaginar y soñar que obtienes todo lo que deseas aunque sea por algunas horas