Moon ♡ MinSung┊HanKnow os

Moon

MinHo suspiró contra la boca de JiSung, intentando limpiar con sus dedos las lágrimas cayendo por las suaves mejillas del menor. Era más de medianoche, no sabían cuánto tiempo llevaban corriendo bajo las gotas de lluvia.

—No llores, JiSung —suplicó con la voz rota—. Por favor, no llores.

Han negó con la cabeza levemente mientras se apegaba mucho más al cuerpo de MinHo, buscando refugiarse en sus brazos y en su calor. Otro sollozo volvió a lastimar su preciosa voz.

—Estoy aterrado —susurró JiSung aferrándose a MinHo como si en cualquier momento pudiera desaparecer entre sus brazos. Lo abrazaba como si fuese lo último que deseara hacer ahora.

No estaba muy lejos de la realidad.

La lluvia caía fuertemente empapándolos a ambos de pies a cabeza, los relámpagos alumbraban en la oscuridad del cielo a mitad de la noche y los árboles crujían debido a la ventisca moviendo sus ramas o despojándolos de sus hojas. Hacía demasiado frío, pero continuaban con sus prendas delgadas sosteniéndose mutuamente con el calor de sus cuerpos y corazones.

—Estamos juntos, ¿recuerdas? —dijo MinHo sosteniéndolo del rostro para así poder encontrar su mirada brillante en llanto—. Voy a protegerte y tú me protegerás a mí, estaremos bien.

JiSung sólo pudo asentir tratando de regular su respiración agitada, buscó tranquilidad en los ojos almendra de MinHo y se encontró a sí mismo volviendo a sujetar la mano ajena para retomar sus pasos apresurados a través del bosque.

Tropezaron un par de veces, ayudándose mutuamente a levantarse y no detenerse en una caída dolorosa. Parecían estar en su propia burbuja, corriendo bajo la tormenta como si nada más en el mundo importara, sólo ellos disfrutando de su amor ignorando la realidad. En otras circunstancias, JiSung habría reído de lo torpe y romántico que el momento pudo ser.

Ya habían corrido bajo la lluvia antes, se habían besado teniendo a la luz de la Luna como testigo y de esa forma terminaron dos días en cama por haberse resfriado. Siempre pensaron que esa clase de recuerdos valían la pena.

Aún quería hacer muchas cosas junto a MinHo...

Quería ir con MinHo a la playa, tomarlo de la mano y caminar por la orilla con los pies descalzos. Deseaba besarlo bajo las estrellas en una noche repleta de sólo su amor. No le importaba discutir a veces, podían hablar después y solucionarlo con un abrazo... JiSung anhelaba una vida junto a MinHo.

Era una pena saber que ninguno de sus deseos podría cumplirse alguna vez.

Entonces se detuvo, ocasionando que MinHo lo haga también.

—¿Qué haces? Vamos, cariño, puedes descansar más adelante —MinHo lucía más que preocupado, ¿cómo si quiera podía seguir pretendiendo que estarían bien?—. ¿Quieres que te lleve en mi espalda?

—Continúa sin mí —dijo JiSung intentando soltarse del agarre del mayor en su mano—. Es mi padre, él viene por mí. Necesito que te alejes ahora, las cosas se pondrán mucho peor si le cuenta a todos después de no encontrarme.

—Él va a matarte —MinHo intentó hacerlo entrar en razón, acariciando el labio roto del menor con sus dedos temblorosos—. JiSung, te golpeó hace unas horas dispuesto a todo, ¿perdiste la cabeza? No puedo dejar que te quedes aquí.

—Cualquier cosa que haga, voy a soportarla —Esta vez fue JiSung el que colocó sus manos frías en el rostro de MinHo, disfrutando acariciar la piel blanca y suave bajo sus dedos—. Déjame cuidar de ti por primera vez, MinHo, permíteme...

—No —le interrumpió el mayor, sin considerar ni un sólo segundo abandonarlo—. JiSung, vámonos ahora.

Un disparo se escuchó bajo el sonido de los truenos en el manto gris de la noche camuflada en nubes repletas de una tormenta desgarradora.