¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El castaño tomo su mochila antes de salir de la casa, era pequeña pero llevaba cosas importantes, por si algo les pasaba. Cerró la puerta detrás de el y caminó para llegar a la parada del autobús, ese era su punto de encuentro, pues estaba cerca de la casa de ambos.
El camino sin duda era muy aburrido, no tenía a Jack o alguien para conversar, por lo que solo caminaba en silencio y con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón.
Avanzó unas cuadras más, hasta que finalmente llegó. Desde no muy lejos logró observar que Jack ya lo esperaba ahí, sentada bajo la marquesina tratando de cubrirse de los rayos del sol, pero eso no era suficiente para escapar del calor. Para que el clima no se sintiera tan insoportable, prefirió usar una blusa de tirantes negra y acompañarla por unos pantalones del mismo color. Su vestimenta era muy sencilla y parecía que había escogido de su guardarropa lo primero que encontró, pero para Gregory ella seguía viéndose igual de genial que el resto de días.
—Hola, Jack —habló Gregory, haciendo notable su presencia. Agitó su mano en el aire mientras se acercaba a donde ella estaba.
Al escucharlo, Jack apartó la vista de su teléfono para saludar a su amigo. —¡Gregory, que bien que viniste! —lo recibió con amabilidad, mostrándole una sonrisa que hizo que sus ojos se entrecerraran.— ¿Tu tía no tuvo problema con esto?
