❝ No sé que hacer sin ti, no sé dónde poner mis manos. ❞
Dónde hubo fuego, cenizas quedan. Pero a ellas las puede llevar el viento. ¿Y qué si no a todas las cenizas?
Uno de esos momentos en los que sólo quieres salir a la playa, hablar con tus amigos y pasarla bien quemándote la piel bajo la luz abrumadora del sol.
Pero para Tweek Tweak no era así.
Muy aparte de que odiaba el sol y se podía notar en su piel blanca, con un tono casi fantasmal, que no había pisado una playa en años. Él sólo podía recordar una y otra vez los cálidos momentos en los que él y su ex─novio pasaron juntos el verano de hace un año. No sabía que pudiera sentirse tan mal en una estación específica.
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Por otro lado un joven de prendas azules acomodaba sus audífonos por Bluetooth, se había gastado la batería y su única fuente de felicidad por 30 minutos.
La puerta de su dormitorio se abrió abruptamente. — Craig, hijo de tu madre. Parece que estás sordo y tienes una infección en el oído porque no escuchas las sesenta veces que mamá te llamó para comer. ─ Su hermana exclamó con enojo.
— Ya te dije que no hagas eso. — Craig respondió con fastidio, sin sacarse de encima los audífonos.
— Pero qué quieres que haga, no escuchas. Después mamá va a regañarme por tu culpa si no comes.
— No quiero comer de todas formas-
— ...¿Es por eso de nuevo?─No.
— Sólo no tengo hambre ahora mismo, guárdalo en la nevera y bajaré después...
Tricia rodó los ojos. No le quedaba de otra. Bajó y guardó la comida como le indicó su hermano... Ya estaba empezando a preocuparse por él y por su desgano desde que había iniciado el verano.
