•027•

649 103 21
                                    

Durante el viaje de regreso, Yibo me tomo de la mano sin que se lo pidiera.

Me pregunté entonces cómo serían las cosas entre él y yo ahora que volviéramos, si ya antes nuestra convivencia era intensa, ahora que sabía con seguridad de que estaba enamorado de él, no sabía como actuaría en su presencia.

Me abría gustado recostarme de nuevo contra él, que me acariciara el cabello hasta quedarme dormido. Sin embargo después de todo lo ocurrido, yo ya no era el mismo que antes de viajar. No solo por que estuve tan cerca de mi muerte, si no también porque no había olvidado todo lo que me había dicho Yibo aquel día en el granero. Algo en mi se endureció entonces, me había hecho darme cuenta que si no cuidaba mi corazón, podía llevarme el peor amor no correspondido de la historia.

Ya no podía soportar un rechazo más. Al menos por orgullo.

Sabía que Yibo intentaría actuar como si nada pasaba. Y eso me entristeció.

Cuando llegamos fuimos directo al parqueadero, en el camino me limité a apoyar mi quijada contra mi puño y a mirar los grandes edificios desde la ventana.

Tarde en darme cuenta que no estábamos dirigiendo a mi apartamento, si no cruzando el puente hacia Brooklyn. Pero confiaba lo suficiente en Yibo como para que ni siquiera preguntarle a donde íbamos.
Lo voltee a ver justo hasta que aparcamos frente a un pequeño restaurante.

-¿Que hacemos aquí?.-Yibo quito las llaves del auto y me miro.

-Hemos venido a cenar las mejores hamburguesas de todo Nueva York.

Antes que pudiera contestar, se bajo del coche y comenzó a caminar hacia la entrada. Me baje deprisa y lo alcance. Abrió la puerta y me dejo pasar primero.

-¿Me quieres engordar?- Note como mi humor empezaba a mejorar y poco a poco, incluso una sonrisa se asomó por mi rostro.-Yibo me observo por unos segundos con los ojos entre cerrados.

-Te traje aquí, justamente porque quería volver a verte sonreír.

Empecé a sentir que mi mariposas bailaban en mi interior.

Él me dirigió hacia una mesa para que nos sentáramos. Era un lugar bastante sencillo, pero me sentía mil veces mejor que en aquel lujoso restaurante con Derek.

Ordenamos y cuando llegaron, abrí los ojos con espanto.

-Esto es demasiado ¡Solo somos dos!

-Yo como por cuatro- contestó colocando los platos ordenadamente sobre la mesa. Me hacía gracia lo maniático que podía ser a veces.
De pronto me di cuenta que algo me faltaba, y me pare con intenciones de ir hasta el mostrador.

-¿A donde vas?- pregunto Yibo tomándome de la muñeca.

-A comprar algo. Ahora vuelvo.

Yibo repasó el restaurante con la mirada antes de soltarme. Ese pequeño gesto me hizo volver a la realidad y comprender que mi vida ya normal, y quien sabe si un día lo volvería a ser.

Cuando regrese Yibo ya iba por la segunda hamburguesa. Me miro muy serio cuando puse el pequeño bote de helado sobre la mesa.

-¿No has probado la hamburguesa y ya vas por el postre?

Lo ignore. Tome una patata frita y la mojé con el helado, para después comérmelo.-Yibo me miraba con el ceño fruncido.

-Mmmm... que rico- dijo sonriente mientras cogia otra patata para hacer lo mismo.

-Creí que no podías ser más raro.

-Pruébalo- dije untando una patata para él y acercando a sus labios.

𝑪𝒐́𝒎𝒐 𝒔𝒊 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒂 𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 ♔ (𝒚𝒊𝒛𝒉𝒂𝒏)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora