#02

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No!
Noo!
Nooo!
Noooo!

Soobin tomó su computador entre sus manos.

— No, mierda no, vive por favor.

Todo estaba oscuro y sin funcionar. Rendido Soobin dejo la computadora en su lugar.

— No hay luz — dijo encendiendo y apagando el interruptor unay otra vez —, la puta madre seguramente perdí mi lugar.

Salió de la habitación hasta la sala, no estaba por completo a oscuras, ya que las ventanas estaban abiertas y todavía no había anochecido; así que podía moverse con facilidad por la casa.

— Maldita sea, esto no está pasando escuchó a Yeonjun y lo miró, el joven estaba sentado en el sillón viendo su celular —, se fue la luz, estoy sin datos y ahora sin internet — se dejó caer de espaldas y con la cabeza hacia atrás — Si hubiera sabido que esto pasaría me hubiera ido con mis padres.

— Por dos — dijo el mayor —, Tienes crédito? — preguntó —, podemos llamar a la compañía, para ver que paso con la luz.

— No, no tengo, Y tú?

— Tampoco — miró por la ventana hacía la casa vecina — Ellos tienen luz, Por qué nosotros no?

— Y es por eso que siempre le digo a mamá que pague el recibo a tiempo, seguramente la cortaron.

— Que aburrido — Soobin hizo un puchero y fue hasta la cocina para buscar algunas galletas y café.

— No sé, pero me pondré a jugar un rato al menos... Joder tengo diez por ciento de batería — Yeonjun queria llorar.

— Hay libros en la biblioteca, puedes leer.

— Aja, y con que luz?, pronto oscurecerá — bostezo y se levantó del sillón, sí su madre estuviera ahí, seguramente le hubiera aplaudido por dejar el teléfono.

— Tienes alguna idea de que hacer mientras llega la luz.

— No exactamente supongo que esperar a qué me de sueño para irme a dormir.

— Diablos, nunca me ha pasado algo así tendré cuidado por donde camino.

— Realmente tampoco iba prestando atención y no era por el celular simplemente no imagine que las botellas saldrían volando y se estrellarían contra la pared, no voy por la calle pensando en las posibilidades de morir.

— Entonces deber ver mil maneras de morir, después de ver un maratón estuve todo el tiempo paranoico de lo que podía pasarme en la calle, lo Superé con los días.

Ambos sonrieron y se movieron hasta el sillón para platicar.

# 𝐌𝐈𝐄𝐑𝐃𝐀 𝐍𝐎 𝐇𝐀𝐘 𝐈𝐍𝐓𝐄𝐑𝐍𝐄𝐓 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora