Todo había salido bien. Después del nacimiento de sus bebés, todo había sido perfecto, hasta ahora.
En realidad, todo era perfecto con Mew a lado suyo.
Sus hijos hoy cumplían sus 8 años y estaban organizando la fiesta. Aunque no era fácil siendo que su pequeño hijo corría de un lado a otro con su destinada, que cabe decir, que era la hija de Kaownah y Turbo.
Sammy, su pequeña hija, también tenía un destinado, el cual era el hijo de su mejor amigo First y su Alfa Prachara, ambos se complementaban muy bien, y eran muy tranquilos los dos. Gulf sentía que Yatch sería el Alfa perfecto para su hija, eran una muy bella pareja.
Aún recordaba el día en que se enteraron con First que sus hijos eran destinados. Pues la pareja había adoptado a Yatch, y había sido muy sorprendente. Por qué vamos, ¿Cuántas posibilidades habían para que pasara eso?
First, había sido el más emocionado de los dos. Se lo había contado a todo el mundo, incluso a un señor que ni conocía y había resultado ser un muy famoso cantante. Era muy chistoso de recordar.
Sintió una presencia detrás suyo y luego unos brazos rodearlo. Mew besó su nuca y acercó el cuerpo de su Omega al suyo.
"Mew, ¿Podrías traer los sándwiches por favor? Yo tengo las manos ocupadas". Le mostró el pastel que raía en mano, en medio llevaba una foto de sus dos hijos, y una vela de Spiderman con una de Barbie, ambos niños tenían distintos gustos, pero se lo habían arreglado. Lo cómico era que la vela de Barbie era para su hijo y la de Spiderman era para la pequeña.
Mew bufó, sabía que Gulf lo hizo a propósito. Hace mucho que no tenían sexo, ni nada de contacto físico, algo bastante extraño, pero el pequeño Omega siempre daba excusas y él, como buen esposo, le daba el gusto. Pues tampoco podía obligarlo. Él estaba en contra de la violencia.
A regañadientes se separó de su amado, no sin antes darle un casto beso en los labios.
Gulf sonrió, hoy le daría una sorpresa a su Alfa.
Cuando todos estaban juntos, cantaron el feliz cumpleaños, y los niños Jongcheveevat soplaron las velas.
A la hora de los regalos, todos gritaban al ver los emocionantes juguetes que les daban o la bella ropa que habían recibido. Los niños agradecían contentos, pues amaban los regalos.
Antes de que todos se fueran, Gulf se levantó de su silla llamando la atención de todos los presentes.
"Tengo una noticia para todos". Todos quedaron en completo silencio esperando lo que Gulf diría, incluso sus dos pequeños retoños. "Saben qué hace ocho años nacieron estos dos niños que alegraron mis días, y también el fruto del hombre que amo".
Mew escuchaba a su Omega atento mientras lo miraba con amor y se lo transmitía por el vínculo. Era tan precioso, y solo suyo.
"Pues hoy les diré que... ". Se giró a su Alfa y sintió morir de ternura al ver los ojos brillantes de su Alfa, ya había soltado feromonas, cosa que no hacía hace mucho y eso, no permitía que Mew lo oliera. Pero ahora lo olfateó y sintió su clásico aroma mezclado con el de él, pero uno más dulce que conocía muy bien, era el mismo olor del primer embarazo de Gulf. Eso significaba una sola cosa. "Volveremos a ser padres".
Mew se levantó de golpe de su silla con lágrimas en los ojos. Hace mucho que quería ser padre de nuevo.
"Lindo, me haces tan feliz". Dijo abrazando al Omega, que recibió los mimos que este le daba, con mucho gusto.
Se escucharon aplausos y fijaron su vista en los invitados. Las señoras Traipipattanapong y Jongcheveevat celebraban porque volverían a ser abuelas, mientras sus amigos los felicitaban.
"Y no solo es Mew". Dijo Gulf, luego de que todos se calmara. "Ya fui al doctor, ya sé cuántos son".
"Por eso actuabas tan raro estos meses". Dijo Mew al analizar la situación. Por eso su Omega no quería tener sexo, quería que la noticia fuera sorpresa, y al tener sexo, olfatearía a los bebés, y la sorpresa se arruinaría. "Eso significa que... ¿Son más de uno?". Preguntó esperanzado.
"Si, Mew". Juntó sus manos, notando la diferencia de tamaño. "Vamos a ser padres de trillizos".
Mew abrió muy grande sus ojos ¡Tres cachorros!
Gulf se preocupó al ver que Mew no reaccionaba, ¿Acaso no le gusto la noticia?
"Mew". No pudo evitar morder su labio nervioso y acercándose al Alfa con sigilo. "¿Acaso no te gustó la noticia?".
Mew negó con la cabeza.
"No es eso, es que... Estoy tan feliz". Lo tomó en brazos y lo giró, causando que el Omega comenzara a reír. El Alfa se deleitó con ese bello sonido que emitía el mayor. "Te amo, hermoso. Gracias, gracias, gracias por todo. Eres el más hermoso e inesperado regalo que me dio la vida. Te amo".
"Yo también te amo Mew".
Ambos se besaron. Porque después de todo, el Omega había resultado ser un Alfa, y el Alfa había sido el Omega. Pero ellos estaban bien así, porque había sido el suceso más inesperado y bonito que podía existir.
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Y bueno hemos llegado al final de esta bella adaptación❤
¿Qué tal?👀
Les leo💫
Cuéntenme que les pareció esta pequeña adaptación 💙🥺
