Capítulo 4

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"Solo quiero paz "

Tahiel

La angustia me estaba matando. La vida no puede arrebatarme a la única persona que me queda porque de ser así, qué sentido tiene vivir en este mundo lleno de miserias y desgracia.

Dicen que la vida es linda. Pero para las personas que tienen ganas de vivir la, no para aquellas que tienen kilos de estiércol encima, demonios atormentando sus cabezas, sus almas, consumiéndolos y dejándolos vacíos, sin propósitos, sin vida.
Es ahí donde la muerte te acecha, donde se convierte en tú verdugo y debes tomar la decisión de seguir sufriendo en este abatido mundo o seguir siendo desdichado en el más allá.

La muerte no es un apto de cobardía como muchos piensan, al contrario. Yo la veo como redención para aquellas almas cansadas de enfrentar duras batallas cada día, cansadas de nadar contra corriente, cansada de fingir una sonrisa y aparentar que están bien en una sociedad tan hipocrita y desdeñada quedandote sin opciones y las circunstancias te hacen caer en su tentación. Solo buscan un calmante para apaciguar todo ese dolor enterrado en su pecho y misteriosamente la muerte se los brinda.

Cerré mis ojos tratando de calmar mis pensamientos y la imagen de cierta chica de ojos grises y pelo negro se hizo presente en mi cabeza.
Aun no tengo claro por qué la hice venir conmigo, no soy una persona generosa ni cordial, carezco de empatia, la paciencia no es una de mis virtudes, me cae mal todo el mundo y peor aun, no soporto que me dirijan la palabra a menos que sea alguien que me agrade( y la lista es corta ya que solo mi abuelo está en ella) me molesta que me toquen o me agarren con confianza como si fuera lo más normal del mundo y ella......

Su agarre en mi brazo fue....extraño. No se como explicarlo, no tengo palabras para definirlo porque núnca había sentido algo como lo que ella provocó en mí.
Su forma atrevida en dirigirme la palabra me descolocó por un momento.

Sus ojos suplicandome que la dejase ir conmigo, sus labios rosados y carnosos entreabiertos, su pecho sobresaltado por su acelerada respiración, toda ella es algo extraño. Nunca había conocido a una persona que desprendiera tanto, es muy interesante.

Me pase las manos por la cara para dejar de pensar estupideces.
Voltee a ver por donde se fué observando más tiempo de lo necesario......y como mandada a llamar la ví entrando en la sala de urgencias con un pequeño bolso y una lonchera, ya no trae la misma ropa de esta tarde ahora trae unos mom jeans con un suéter celeste de lana y los mismos tenis blanco, su cabello esta suelto y hondulado en las puntas.
Fijó su vista en mí para luego sonreírme ampliamente, por mi parte no recibio nada ya que cuando dijo que volvía pensé que estaba bromeando.

Ya veo que no.

Llego hasta donde estaba sentándose a mi lado.

- Hola, he traído unos sándwiches y Café para pasar la noche.

Arrugue la cejas por lo que acababa de decir.

¿Pasar la noche ? ¿Ambos? ¿Ella? ¿ Aquí?

Empezó a sacar los sándwiches y café para luego tenderme uno. La quede observando, no la entendia. Qué necesidad de venir a pasar la noche en un hospital por una persona que no conoce? porque dudo que mi abuelo y ella sean amigos.

-¿Qué pasa, no te gusta el sándwiches de pollo?.

-¿Qué es esto?.

-Un sándwiches.¿Qué no ves?

- Se que es sándwiches no soy estúpido y me refiero a ésto- la señale a ella y a las cosas que trajo-¿Qué haces aquí? No es tú obligación , no es un familiar tuyo ¿por qué te has tomado tantas molestias?.

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