•Ausencia de Cartas•

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Después de ser entregada la tercera carta en aquel lugar que parecía que sería recurrente, el chico al que iban dirigidas la tomó y procedió a leerla con aquel ceño fruncido en su rostro que era tan común en él como en otros lo sería una sonrisa. Tras leerla, subió un poco su mirada, viendo a los alrededores, buscando a aquella chica que se tomaba el tiempo de pensar, redactar, y colocar en un lindo sobre aquellas notas. Sin embargo, todas las personas se encontraban en sus propios asuntos. Ya un poco arto, simplemente procedió a guardar aquella nota en su mochila.

Pasaron varios días, aquella carta seguia sin salir de la mochila del chico de cabello rubio cenizo, las cartas dejaron de aparecer, todo parecía volver a la normalidad, sin embargo, a aquel chico le comenzaba a dar una cierta incomodidad al no recibir nada. Era realmente extraño, no era una costumbre el recibir aquellas cartas, ya que solo fueron tres, pero aún así..se sentía extraño, por alguna razón quería volver a recibir aquellas notas, ¿Qué podría hacer para obtener lo que quería?

En la hora de descanso tomó su mochila, buscando entre los libros aquel sobre con pequeñas pegatinas colocadas en un orden tan específico que hacía que, aún que fuera una decoración tan simple, se viera realmente lindo. Tras encontrarla, volvió a abrirla, leyendo de nueva cuenta su contenido, tras esto, sacó una de sus libretas, comenzando a escribir para aquella persona desconocida. Se sentía extraño, incluso molesto con él mismo por la situación, sin embargo, continúo escribiendo.

Arrancó aquella hoja y la dobló con cierto cuidado. Arrancó una segunda hoja y comenzó a hacer un pequeño sobre cómo lo solía hacer cuando se encontraba en primaria en un día de San Valentín, día de la madre, o cualquiera de esas festividades que al día de hoy no le daba importancia alguna. Metió aquella carta en el pequeño sobre que había creado y comenzó a caminar hacia su aula que aún se encontraba vacía, colocó aquel sobre en su propio asiento y salió de ahí con un semblante serio.

Al terminar el descanso, aquel sobre seguía en el mismo sitio, exactamente como lo había dejado antes. Las clases concurrieron igual que siempre por el resto del día y, al terminar, el chico de ojos color carmesí fué el último en salir, echando un pequeño vistazo a su asiento y aquel sobre, tras pocos segundos, continuo su camino, directamente hacia su hogar.

Al día siguiente ,tras entrar al aula notó aquel sobre, no el que había dejado el día anterior, sino, aquel sobre con pequeñas pegatinas. Al llegar y tomar asiento, la tomó y comenzó a leer su contenido...

∆Chico Estúpido∆ - Tn x Bakugou Donde viven las historias. Descúbrelo ahora