Jessy.
Después de recibir la maravillosa invitación de Joshua me he vuelto loca porque no sé qué ponerme.
Amo los vestidos pero estoy en la edad de que no sé qué colores me quedan. El rosa se me ve bien pero me hace parecer muy niña, amo el rojo pero me siento señora y el morado me hace ver como dark.
Odio esta etapa. Adolescencia le llaman.
Le llamé a Ingrid para que me ayudara a elegir ropa y es tan buena chica que siempre responde al primer toque.
-¿Ya estás con él? -Preguntó en susurro.
-Aún no... -Suspiré-, ¿Qué ropa uso?
-Ponte una falda y blusa escotada.
-No, he revisado su perfil y todas las chicas con las que ha salido usan falda o cosas escotadas y no quiero ser igual.
-Uhmm... Entonces un pantalón holgado y camiseta de tirantes con botas negras.
Sonreí asintiendo.
-Tienes razón, eso usaré.
-¡Era broma!
-Pues yo lo tomé muy en serio y apuesto a que Joshua jamás ha salido con alguien que vista así.
Cualquiera lo mira y quiere provocarlo con una falda pero yo no, seré diferente.
-¿Estás segura?
-Mucho. Y te dejo, debo apurarme.
-Va, cuidate, mi niña hermosa, te amo montones.
-Yo también te amo, preciosa -Le mandé un beso antes de colgar.
Me quité la bata mirandome frente al espejo y me gusto, soy jodidamente hermosa.
Mis pechos son del tamaño adecuado y mi vientre es plano, igual que el de Celeste.
Miré más abajo deseando que Joshua tocara aquella parte. No lo hemos hecho y saber que será papá me pone de malas.
Eliminé ambos pensamientos y me apuré a vestirme.
-¡Nena! ¿Vas a salir? -Preguntó mi hermano dándole toques a la puerta.
-Ya te había dicho.
-¿Mañana estarás libre? Quiero que me acompañes a una reunión.
-Eh... No sé, Lenin, yo te aviso.
-Va...
Sentí una punzada en el corazón. Si quiero salir con él pero no me gustó que me haya ocultado que Mauricio vino a buscarme...
De igual manera ya no siento nada por él...¿O si?
-No vas a estar jugando con Joshua -Me regañé.
Me apuré a arreglarme para que cuando él llegara yo ya estuviera lista. Él odia a los impuntuales y no quiero ser una de ellas.
Mi maquillaje no fué exagerado, tan sólo sombra color rojo, algo de brillo y difuminador.
Agarré mi bolsa y salí para bajar con Lenin.
-¡Ya me voy! -Le grité bajando rápido las escaleras.
-Si sigues bajando de tal manera un dia vas a caerte -Me regañó saliendo de la cocina.
Me he preguntado en demasiadas ocaciones... Si él no hubiera aparecido, ¿Yo viviría con Ingrid? O tal vez con Natalia... Quizá hubiera buscado la solución fácil de irme con Mauricio. No tenía familia así que prácticamente estaría de arrimada.
-Te quiero, Lenin -Le dí un beso en la mejilla.
-Quiero hablar contigo cuando llegues-Acarició mi mejilla.
